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artículo de opinión 24/07/2013junio 12th, 2017

«En mi condición de político apegado a la calle y a las circunstancias que pasan en ella en cada momento, me dispongo a tratar un asunto que está de actualidad por causas no precisamente buenas.

Es conocida la labor del último Gobierno Socialista de José Luis Rodríguez Zapatero en materia de igualdad, donde el papel de la mujer en la sociedad ha sido reconocido de manera clara y rotunda dando pasos importantes en este sentido, aunque queda un largo camino por recorrer.


Ha habido muchas mujeres en la Historia que han marcado hitos importantes, para darnos cuenta lo difícil que es que una mujer se haga hueco en un mundo que parece estar hecho para hombres, cuando en realidad no es así.
Si repasamos la Historia de la Humanidad empezando por la Grecia Clásica nos encontramos con la poetisa Safo de Lesbos, la gran personalidad de Cleopatra en Egipto desafiando a todo un Imperio Romano, a Juana de Arco o a la española Clara Campoamor que fue capaz de encabezar el movimiento en favor del voto femenino en tiempos de la II República Española.

Para mí, una mujer es un factor de enriquecimiento personal, social, laboral, artístico, humano que no puede dejarse de lado nunca puesto que toda sociedad avanzada que se precie no puede entenderse sin el indudable valor que ellas tienen.

La visibilidad del género femenino se pone de manifiesto en multitud de asociaciones de mujeres, en los Institutos y/o Direcciones Generales de la Mujer, Secretarías de Estado así como uno de los hitos de nuestra Democracia, que fue la creación del Ministerio de Igualdad, tan denostado por medios de la Derecha de España así como desde las filas del propio Partido Popular, en un gesto de intolerancia sucio y aberrante que nos avergüenza a todos como seres humanos con derechos que así nos sentimos.

Pasado el tiempo del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (tiempos donde aquellos medios que he citado anteriormente acusaban incluso por mujeres cercanas al ala más radical de la Derecha, eso sí algunas en su momento hasta Ministras de Gobiernos Socialistas como Cristina Alberdi, tildaban de «igual da» al Ministerio de Bibiana Aido, ministra que junto a Leire Pajín e incluso Carmen Chacón fueron poco menos que ninguneadas por el único hecho de ser mujer), nos encontramos con insidias, arrinconamientos injustos a todas aquellas mujeres que tienen algo que decir en la sociedad incluso comparándolas con movimientos «filoetarras» como es el caso de Ada Colau, miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca así como la Diputada Nacional del PSOE Patricia Hernández Gutiérrez, un valor de la socialdemocracia española que está en auge por motivos propios y elocuentes gracias a una labor parlamentaria encomiable que nos hace sentir orgullosos ya no sólo a los socialistas sino a todos los jóvenes de bien que sentimos que en este mundo no hemos venido de paso sino que tenemos mucho que decir.

La igualdad debe conseguirse mediante caminos de diálogo, concienciación social, solidaridad, libertad y aumento de derechos para todas las mujeres y ahí la labor de todos es fundamental para que podamos conseguirlo aunque haya un Gobierno en España que ningunea a las mujeres en cuestiones como las del aborto o el de la reproducción asistida gracias a dos políticos que son fundamentales para que esta injusta labor lleve a caminos deseados por este Gobierno servil de los mercados y no representante de la labor popular como son el Ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón ó la Ministra de Sanidad Ana Mato.

Quiero reconocer aquí también la labor que están realizando los partidos de izquierda de nuestro país al estar en frente de aquellos que no consienten que la igualdad no sólo sea un hecho sino un derecho por el que se ha estado luchando durante siglos en todo el mundo destacando, de la parte que conozco, la labor de la Secretaría de Igualdad de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE con Purificación Causapié al frente de ésta pues a fe sé que su trabajo está siendo lo suficientemente importante para que la visibilidad y el reconocimiento social de las mujeres de nuestro país sea real al igual que un acto de justicia.

No podemos consentir que un Gobierno decida en algo tan personal como el aborto, en la inseminación artificial de mujeres sean lesbianas o madres solteras así como proteger legalmente como merecen a todas las mujeres que sufren la barbarie que es la violencia de género donde por desgracia, no sólo tenemos múltiples casos de maltratos sino también asesinatos crueles, viles e injustos de mujeres a manos de sus parejas que inundan los informativos de nuestro país de manera triste y lamentable.

Desde aquí lanzo un llamamiento no sólo a las mujeres víctimas de la violencia machista sino a todos los sectores de la sociedad para que seamos capaces de denunciar cualquier tipo de caso de violencia de género que nos encontremos puesto que una sola llamada a la Policía Nacional o a la Guardia Civil en los teléfonos de atención a mujeres maltratadas pueden salvar una vida y por qué no, salvar varias más por ello, si queremos igualdad, no podemos cruzarnos de brazos nadie porque esto «no da igual», esto es, sencillamente, una tarea de todos.

Que nadie dude que aquí este servidor del pueblo, es un hombre más que está y seguirá estando al lado siempre de los que lo necesitan, de los que sufren y es que si además, llego a estar en un puesto de responsabilidad política cumpliré en este caso y los demás mi máxima: tener un pie en el despacho y el otro, en la calle».

Diego Ruiz Ruiz, militante del PSOE y Juventudes Socialistas de la Provincia de Toledo.

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