La Ley de Autoridad del Profesorado ya tiene su desarrollo, tal y como ha explicado esta mañana en rueda de prensa el consejero de Educación, Marcial Marín, tras la celebración del Consejo de Gobierno.
Son 12 artículos en los que se especifica el régimen disciplinario, se tipifican las conductas infractoras y las medidas correctoras, además de las medidas de apoyo al profesorado. Recordemos que fue en el mes de mayo cuando se aprobó la ley, pero faltaba su desarrollo. Marín ha anunciado que podría empezar a aplicarse a partir de enero de 2013.
Ley que regirá en los 1.262 centro públicos, privados y concertados que hay en la comunidad autónoma con el objetivo, ha dicho el consejero, de que la educación «se mantenga a salvo de cualquier perturbación dentro del aula».
Serán sancionables, por ejemplo, la falta de asistencia a clase sin justificar, los insultos al profesor, no llevar información a los padres, el deterioro del material personal y de clase, los actos de indisciplina que alteren el desarrollo de la clase, el acoso o violencia que ponga en peligro a los miembros del claustro de profesores, las ofensas graves, la usurpación de identidad, la introducción de sustancias peligrosas para la salud o llevar símbolos que provoquen el menoscabo de la autoridad de los profesores.
Las sanciones que conllevará alterar las normas serán, entre otras, según Marín, realizar labores en el centro, el cambio de grupo o clase e incluso de centro para alumnos de ESO, la pérdida de la evaluación continua e incluso la expulsión del centro.
Medidas que servirán «para poner fin al desamparo del profesor, ya que nadie se acordó hasta ahora de él, le damos tranquilidad y apostamos por su profesionalidad. E incluso pensamos que es la mejor manera de garantizar que haya menos fracaso escolar y más calidad educativa».