El músico toledano Jero Romero ha presentado su disco «Cabeza de León» en el Arenal Sound, con el que pudo «exorcizar sus demonios» y llevar a cabo un cambio mental importante gracias a la confianza de la gente que colaboró a través de su proyecto de economía participativa en su aventura en solitario.
Su concierto de esta tarde, pese a la temprana hora, ha derrochado la energía y el buen hacer al que tiene acostumbrado a su público el toledano.
Los cinco músicos se entienden a la perfección. «Me ha tocado la lotería con ellos», reconoce Jero Romero en una entrevista con EFE, y entusiasman a cualquiera con su forma de sentir la música.
El concierto ha ido ganando en público, que ha coreado todos los temas de «Cabeza de León», más una versión de «Adelante, Bonaparte», de la banda española Standstill que subirá hoy al escenario secundario del Arenal Sound a las 21.45 horas.
Todo es fluidez en «Cabeza de León». Es algo que le preocupa mucho a Romero, que según ha explicado a EFE, el orden de las canciones es algo que le obsesiona, ya que piensa que la gente, al igual que hace él, escuchará el disco desde la primera pista hasta la última.
Jero Romero hace memoria, y vuelve la vista dos años atrás, cuando estaba en casa sin hacer nada durante el año y medio que pasó desde que se disolvió The Sunday Drivers.
«Ahora lo veo de manera diferente, porque ahora el «crowdfuonding» (economía colaborativa) es más común, pero entonces no conocía a nadie que lo hubiera hecho, y no sabía si la gente lo iba a entender», explica.
El cantante y compositor reconoce que fue una decisión difícil y que estaba «bastante asustado», pero el resultado fue muy «emocionante» y «en apenas 24 horas las preocupaciones se convirtieron en emoción y en una muestra de cariño alucinante».
En cuanto a las letras de las canciones de «Cabeza de León», Romero asegura que hay «cierta bipolaridad», como en general en todas las canciones que ha escrito, explica.
«En algunas canciones te insultas a ti mismo y en otras te adulas», añade.
El cambio «brusco» de Jero Romero ha pasado también por el cambio del inglés por el español, algo que al principio, reconoce, le daba «vergüenza», pero a lo que se acostumbró enseguida y comenzó a sentirse muy cómodo. «Ahora lo que me extraña es haber cantado en inglés», afirma.
El cantante y compositor se ha referido a la subida del IVA cultural en España, y ha asegurado que, como a la mayoría de los músicos, les ha afectado de una manera «agresiva» y «particular».
«Sacar a la luz un concierto es una odisea», asegura Romero, ya que hay un efecto «lógico» pero «extraño», que hace que «necesitemos tocar mucho más para generar la mitad».
Este año, está «siendo duro», dice, al tiempo que ha mostrado sus dudas sobre su futuro musical cuando acabe la gira de «Cabeza de León».
Durante su concierto de esta tarde ha ofrecido varios temas nuevos, aunque ha reconocido a EFE, que le cuesta mucho componer porque «soy muy lento», pero claro, ofrecer temas con la calidad de los de Cabeza de León, cuesta.