El procurador toledano José Luis Vaquero Sotomayor ha recibido la Cruz distinguida de primera clase de San Raimundo de Peñafort, una condecoración que ha recogido «con mucha emoción» porque «ni me lo esperaba ni me lo merecía demasiado».
La Cruz de San Raimundo de Peñafort es la máxima condecoración en el ámbito jurídico que concede el Ministerio de Justicia, y con ella se reconoce la contribución al desarrollo y perfeccionamiento del Derecho o la trayectoria profesional de los premiados.
Vaquero, de 86 años, y que fue decano del Colegio de Procuradores de Toledo durante 15 años (1982-1997), ha reconocido ante los periodistas antes de recibir la Cruz que la profesión «ha cambiado mucho» desde que él empezara a trabajar en 1957.
«Llevo 58 años dedicado a la profesión», ha asegurado orgulloso, aunque insiste en que no tiene ninguna intención de jubilarse: «Aquí sigo, hasta que el cuerpo aguante».
Ha acudido a recoger el premio «agobiado», porque «no me creo que pueda tener méritos» para ganarlo, pero «si el ministerio y los compañeros quieren…»
No ha opinado lo mismo el Presidente del Consejo General de los Procuradores de España, Juan Carlos Esteve, quien ha subrayado que tiene la Cruz «sobradamente merecida» porque Vaquero ha trabajado «con plena eficiencia y dedicación a la profesión».
Al acto de Imposición de la Cruz de San Raimundo de Peñafort, que se ha celebrado en la Audiencia Provincial, han asistido, además, el presidente del Consejo Autonómico de Procuradores de Castilla-La Mancha, Abelardo López Ruiz, el fiscal jefe de la Fiscalía Provincial, Luis Ibáñez, y el presidente de la Audiencia Provincial de Toledo, Manuel Gutiérrez.