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jueves, 21 de noviembre de 2024
Julia Guindo, distinguida por el área de Voluntariado por su labor social durante años
Premios Bienestar Social CLM - 19 diciembre 2023

No hay como tener un primo que te quiera para recibir una distinción por parte del gobierno regional. Eso es lo que le ha pasado a Julia Guindo, que un primo suyo, muy orgulloso de su trayectoria, «escribió una carta al presidente Page contándole que estoy estudiando en la universidad y hago voluntariado». Con toda la humildad del mundo, Julia nos cuenta que va a recibir una distinción del área de Voluntariado de la Junta por su labor social a lo largo de los años. «Lo hago porque me gusta, no como una obligación, así que no le veo mérito», asegura.

La de Julia es una de las 100 candidaturas que se presentaron, de las que 17 van a tener un premio. El evento será en enero en Herencia (Ciudad Real) y allí acudirá Julia acompañada de sus hijos y, por supuesto, de su primo.


Amigas de universidad

A sus 86 años, Julia ha decidido inscribirse en la UNED para estudiar Historia del Arte y Filosofía. «Empecé hace 16 años en la Universidad de Alcalá, donde he estudiado Humanidades y Ciencias de la Naturaleza», cuenta. Allí creó un grupo de amigas, también de su quinta y universitarias con las que todavía mantiene la ilusión de seguir aprendiendo y van juntas a la UNED. Cuando le preguntamos por lo difícil que es estudiar un grado universitario nos explica que con constancia y ganas, no hay problema. «Le dedico tiempo porque me gusta mucho, me cuesta un poco pero estoy acostumbrada a estudiar», asegura.

Natural de Alcocer (Guadalajara), ha vivido en Madrid gran parte de su vida, donde tuvo tres hijos. Ahora presume de sus tres biznietos, a los que ve los fines de semana, ya que ellos siguen en Madrid. «Me dicen que siga estudiando y haciendo cosas, que eso me da vitalidad«, reconoce muy orgullosa. Julia decidió mudarse a Guadalajara cuando enviudó, en la capital se compró un piso y desde entonces, hace más de tres lustros, disfruta de una vida plena. Esa plenitud se la da no solo estudiar lo que le gusta, sino ayudar a los demás.

Ahora mismo colabora con Guada Acoge, donde ha realizado distintas labores de voluntariado. «Antes de la pandemia iba dos horas a una casa de acogida a hacer compañía a las personas que vivían allí, que también tenían niños pequeños», recuerda. Durante esos años no solo acompañaba, sino que ayudaba en todo lo que esas familias necesitaban para sentirse como en casa en una ciudad a la que se habían visto obligados a huir, por sus circunstancias en sus países de origen.

Más retos

Con la pandemia, ese proyecto se paralizó, así que tuvo que esperar a que acabara para volver. Y lo hizo como profesora de ganchillo. Ahora está a la espera de que le adjudiquen nuevas tareas. «Me gustaría dar clases de español, porque muchas de las personas que vienen no lo hablan y creo que podría ayudarles», ofrece.

Es muy consciente de la realidad de la sociedad de hoy en día. Reconoce que ella está bien, pero que la sociedad no. «Cuando veo las guerras que hay me da mucha pena, ojalá pudiera cambiar las cosas», comenta. Y aunque no pueda hacerlo, sí puede «aportar mi granito de arena«. Asegura que si todos lo hiciéramos, las cosas no estarían «tan mal». Para ella, ser útil es importante, y así lo demuestra día a día.

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