El aprovechamiento de la resina es, cada vez más, una oportunidad de empleo para muchos parados que han buscado en la recuperación de este oficio una fuente de ingresos, y que para algunas localidades, como Sotorribas (Cuenca), supone que el número de resineros se haya multiplicado por diez en cinco años.
En la provincia de Cuenca se resinan actualmente alrededor de 300.000 pinos, frente a los 700.000 que se trabajaban en los años 60 del siglo pasado, antes de que se comenzase a abandonar el oficio.
Sotorribas y Talayuelas son las poblaciones con más pies resinados, y donde el número de árboles y de profesionales se incrementa cada año.
Eso sí, demandan una alternativa para estos trabajadores, ya que la resina es una actividad muy estacional, y para ello el grupo popular en el Senado ha presentado una moción en la que piden al Gobierno apoyo para el sector resinero.
El portavoz del PP de Sotorribas, Honorio Gallego, ha señalado que es necesario promover que los resineros puedan compaginar esta actividad, fuera de la campaña, con otros trabajos silvícolas en los montes.
Por su parte, el alcalde de Talayuelas, Víctor Díaz, ha dicho que antes era una actividad «compaginada» con otras labores del campo, pero a día de hoy la resina se ha recuperado como la única fuente de ingresos para muchas personas que proceden de las listas del paro.
En Talayuelas, donde esta actividad se empezó a recuperar hace tres años, el número de resineros ha pasado de cinco a quince, y se resinan 54.000 pinos frente a los más de 185.000 de Sotorribas.
Han recordado en rueda de prensa que esta actividad tiene especial sentido en la provincia de Cuenca, donde hay una de las pocas empresas resineras de España, lo que abarata los costes del proceso.
Gallego ha subrayado que la actividad resinera se fue abandonando por condicionantes diversos, como la sustitución por derivados del petróleo, pero también «porque el resinero empieza a trabajar en marzo y no cobra hasta el mes de julio, por lo que la gente fue buscando un trabajo en el que te paguen todos los meses».
En este sentido, ha señalado que la resinera está «dando anticipos» a los resineros «para que no tengan que estar aguantando, y es un incentivo que luego pagarán con su producción».
La senadora del PP por la provincia de Cuenca Marina Moya ha recordado que es una actividad muy beneficiosa para el monte, ya que supone una limpieza que evita incendios y que ayuda a fijar población en pequeños municipios.