La Catedral de Toledo incorporará un desfibrilador en sus instalaciones para que las miles de personas que la visitan cada año dispongan en el recinto de un espacio «cardioprotegido», que aumenta su capacidad de supervivencia en un 90 %, en el caso de que sufran un paro cardíaco.
Según ha informado la empresa B-Safe en una nota de prensa, la Catedral de Toledo se suma así a su iniciativa de crear espacios cardioprotegidos por todo el territorio nacional, como ya lo hicieron la Catedral de Córdoba y la Basílica del Pilar de Zaragoza, para proteger a turistas y visitantes en general.
Este proyecto consiste en la instalación de un desfibrilador DOC (patente de la empresa B-Safe), que agrupa en el propio equipo, telecontrol y mantenimiento adecuados, teleasistencia y geolocalización.
También se facilitará el curso de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y soporte vital básico (SVB) a ocho personas del centro, para que puedan hacer buen uso del dispositivo.