El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha considerado este lunes que el almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares, o cementerio nuclear, que se proyecta en Villar de Cañas (Cuenca) está «absolutamente descartado».
En una entrevista en la Facultad de Periodismo del campus universitario de Cuenca, realizada por los propios alumnos y bajo la coordinación del periodista y profesor Juan Carlos Santos, con motivo de la celebración del Día de la Radio, Martínez Arroyo ha dado por descartado el ATC de Villar de Cañas, y ha opinado que si fuera necesario construir una instalación de estas características no sería en la localidad conquense «porque es el lugar menos adecuado».
El ATC de Villar de Cañas y la importante movilización de la sociedad civil
Martínez Arroyo ha apuntado que el anterior Gobierno de España no había realizado la planificación obligatoria en energía nuclear y que los técnicos han demostrado «de forma contundente» que el emplazamiento no era el adecuado, por lo que el actual Ejecutivo decidió paralizar la inversión.
Asimismo, en relación a este asunto, ha valorado la «movilización» de la sociedad civil «para defender lo que considera necesario para el futuro del lugar en el que vive”.
Y en materia hídrica, el consejero ha indicado que es necesario trasponer a España la normativa europea sobre caudales mínimos, y sobre el Tajo ha comentado que «los ríos deben tener el caudal ecológico suficiente y se debe tener en cuenta el principio de la prioridad de la cuenca cedente».
En este sentido, ha defendido la coherencia del Gobierno de Castilla -La Mancha en materia de trasvases, que no traiciona «los intereses de los ciudadanos de la región» aunque «siendo solidarios en caso de agua para consumo humano en el Levante».
A juicio de Martínez Arroyo el trasvase para riego «tiene los meses contados» y entiende que «la batalla está ganada», porque la región ha rechazado los trasvases para riego «cuando existe agua de las desaladoras».
Además, ha subrayado que más de 2.600 jóvenes, un tercio de los cuales son mujeres, se han incorporado a la agricultura en la región gracias a las convocatorias de ayudas del Gobierno de Castilla-La Mancha.