La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, ha avanzado que, a falta de los datos definitivos, se prevé una reducción del 50 por 100 en la cosecha olivarera de este año con respecto a la de 2011, aunque se mantendrá la calidad del aceite.
Soriano, que ha presidido hoy en Toledo la inauguración de la II Jornada ‘Rentabilidad y futuro del olivar’ en la que distintos expertos abordan la situación y perspectiva del sector en España, ha recordado la importancia de este cultivo Castilla-La Mancha al ser la segunda comunidad en producción de aceite de oliva y en superficie dedicada al mismo.
«Está campaña va a ser baja en producción», entre otros motivos por la prolongada sequía y «porque después de un buen año se sucede otro peor», ha declarado la consejera.
Soriano ha calculado que se cosechará la mitad que el año pasado, cuando se alcanzó el récord histórico de 114.000 toneladas recolectadas, con un 10 por 100 de incremento respecto al 2010.
En cualquier caso, ha manifestado que, «desde el punto de vista de la calidad, se trata de una aceituna muy sana».
La titular de Agricultura ha reconocido que el sector empieza a salir de «la delicada situación» que ha atravesado estos últimos años «con unos precios bastante bajos de la aceituna que, incluso, ni siquiera han servido para mantener los costes de producción».
Ha apostillado, en este sentido, que «el sector está empezando a remontar y hay comercialización», entre otros motivos porque este año se ha activado, por dos veces, el almacenamiento privado de aceite para al menos evitar el hundimiento de los precios.
Además, ha observado, «España es en estos momentos líder mundial en exportaciones de aceite de oliva y eso nos pone en una situación bastante favorable y ventajosa».
No obstante, ha asegurado que el sector precisa de una importante transformación al mantenerse un olivar tradicional, con pocos árboles por hectárea y basado en la venta a granel.
Ha apostado por un olivar intensivo, de olivos de un pie, que le haga «más rentable y competitivo» en el mercado exterior y reforzar la comercialización del producto envasado «donde estamos en unos porcentajes muy bajos».
En esta línea, ha exhortado a los productores a unirse y ha recalcado: «Estamos fomentando la integración en cooperativas para favorecer esa comercialización y la internacionalización del producto embotellado, que tiene un mayor valor añadido».
Soriano ha animado, aún sin perder su identidad, a la fusión e integración corporativa para reforzar la presencia comercial en los mercados internacionales al ser más competitivos.
«Hay 248 cooperativas en la región, un número demasiado amplio, y el futuro pasa por esa integración comercial para ir a países que tienen un poder adquisitivo medio alto y rentabilizar» los aceites regionales que, ha concluido, «se valoran cada vez más no solo en el mercado nacional, sino en el internacional».