El diputado director del Área de Cooperación e Infraestructuras de la Diputación de Toledo, Francisco Fernández, quiere zanjar la polémica mantenida con el Ayuntamiento de Toledo respecto a la construcción del nuevo colector «Arroyo Aserradero» entre Bargas y Olías del Rey.
Tras examinar el proyecto nuevamente, «es rigurosamente irrefutable que se incluye la urbanización de parte del tramo del colector en su entrada a Toledo, coincidiendo con el Barrio de San Antón y sumando al proyecto global la cantidad de 413.584,78 euros, obras que comprende ejecutar al Ayuntamiento», informan en nota de prensa.
La Diputación de Toledo ya ha consensuado con los Ayuntamientos de Bargas y Olías del Rey su aportación a las obras, que se establece en un 50 por 100 del coste de su participación o, lo que es lo mismo, un tercio del total del proyecto, pero «siempre y cuando se depure el mismo de esas aportaciones que corresponderían, por competencia y derecho, al Ayuntamiento de Toledo».
Desde el Área de Cooperación e Infraestructura de la Diputación de Toledo se quiere dejar meridianamente claro que «la Institución ayudará a los Ayuntamientos implicados en esta obra, tal y como le asigna la Ley de Bases de Régimen Local, y su nivel competencial con los municipios toledanos».
Por su parte, tanto Bargas como Olías del Rey conocen la determinación de la Diputación por ayudarles y comparten la postura institucional, entendiendo que cada Administración debe asumir sus obligaciones y competencias propias.
«Si el Ayuntamiento asume el coste de esas obras de urbanización, ajenas al proyecto del Arroyo Aserradero, el acuerdo será total y definitivo por parte de la Diputación, que no puede asumir costes que no le corresponden y que son competencia del Ayuntamiento de Toledo», concluye la nota.