La familia de Marcelino Cortés, un topógrafo asturiano que tenía 40 años cuando fue asesinado hace 15 año tras recibir una paliza en Almodóvar del Campo (Ciudad Real), recuerda que «los asesinos de Marcelino siguen en la calle» y que el caso «está archivado, pero no cerrado».
Fernando Cortes, hermano del fallecido, ha dicho a Efe que la familia ofrece una recompensa de 120.000 euros a quien pueda aportar algún indicio que lleve a esclarecer el caso.
El topógrafo estaba pasando las vacaciones de la Semana Santa de 2001 en Almodóvar del Campo, en la casa familiar.
Al volver a casa los dos hermanos por la noche vieron a unos jóvenes orinando en la fachada del inmueble, les recriminaron su actitud y se inició una pelea que acabó con Marcelino y Fernando en el centro de salud del pueblo.
Fernando fue trasladado al Hospital de Puertollano con fractura de fémur y Marcelino decidió volver a casa pues solo tenía contusiones, pero no se le volvió a ver con vida.
Su padre puso en marcha un dispositivo de búsqueda que concluyó en la mañana del Viernes Santo, cuando fue encontrado el cadáver de Marcelino en una gravera, a las afueras del pueblo.
El cuerpo presentaba lesiones en la cara y en la cabeza y tenía el hígado reventado a golpes, recuerda la familia.
Fueron detenidos tres jóvenes de la localidad, de los que habían participado en la pelea, pero fueron puestos en libertad por falta de pruebas.
Quince años después de aquel 12 de abril, la familia Cortés sigue ofreciendo una recompensa y mantiene la esperanza de que algún día las investigaciones de la policía científica den con el culpable o los culpables de la muerte de Marcelino.