lunes, 25 de noviembre de 2024
Artículo de opinión 27/06/2015junio 8th, 2017

«Sirva este manifiesto, para recordar a personas como Pedro Zerolo y tantos anónimos, que durante toda su vida, se dedicaron a impulsar cambios para que viviéramos en un país mejor».

«El 28 de junio se conmemoran en todo el mundo las revueltas de Stonewall en el Greenwich Village de Nueva York en 1969, acontecimiento que supuso el nacimiento del movimiento de liberación gay, lésbico, transexual y bisexual (lgtb), y que se celebra en todo el mundo como el Día del Orgullo LGTB. Una conmemoración nacida de la rebelión de un grupo de ciudadanos y ciudadanas que se mantuvieron firmes en contra de una discriminación brutal y el hostigamiento constante por parte de la policía, desafiando leyes injustas y prejuicios destructivos.


Hoy, aún podemos decir que nuestro país se encuentra a la cabeza de los países que reconocen los derechos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (lgtb), y, en este proceso, las mujeres y hombres socialistas hemos sido pieza clave para su impulso y desarrollo, especialmente con nuestros Gobiernos.

Es un momento de reivindicar nuestro orgullo socialista por haber contribuido decididamente junto a colectivos sociales de muy diversa índole a ampliar derechos ciudadanos que parecen existieron anteriormente pero que sin la decisión política clara y arriesgada en su momento de este partido no hubieran podido realizarse.

La homosexualidad y con ella por desgracia la bisexualidad y la transexualidad está aun castigada penalmente en cerca de 80 países e incluso bajo pena de muerte en lugares como Sudán, Irán, Arabia Saudí o Yemen.

Vivimos en un contexto donde el radicalismo terrorista que impera en zonas de Siria o Iraq ha acrecentado la persecución directa a la población LGTB sin que aún se haya desplegado la presión internacional necesaria para poner fin a prácticas feudales con ejecuciones esperpénticas incluidas.

Junto a esto no podemos olvidar en modo alguno la discriminación añadida que vive el colectivo transexual, tan denostado en determinados países sufriendo un plus de rechazo y ataque que no puede ser tolerado en ningún grado, sea tanto en nuestro llamado primer mundo occidental ni en el resto del planeta.

En España debemos recordar los años de olvido y discriminación. El proceso de normalización, impulsado por los gobiernos socialistas en diferentes etapas, con la estimable ayuda de los colectivos sociales y amplios sectores de la ciudadanía ha conllevado que nuestra país fuera pionero en la aprobación de leyes de reconocimiento de derechos ciudadanos, civiles y sociales. España fue y es un ejemplo innovador de defensa de las libertades públicas y lo ha sido merced a ese esfuerzo colectivo en el que este partido ha participado activamente como impulsor de los grandes cambios que ha experimentado nuestra sociedad en las últimas décadas.

Ahora vivimos una nueva etapa de cambios que también han llegado a nuestra Comunidad Autónoma. Unos cambios, una vez más, liderados por el PSOE en estrecha colaboración ciudadana y que provocan una renovada esperanza en cientos de miles de castellano manchegos que recientemente han apostado por que lo que era un clamor social en las calles se sustancie en las instituciones mediante programas, acciones y políticas de progreso a favor de la mayoría. Si éramos más en las calles hemos conseguido ser más en el Parlamento.

Unos anhelos de transformación que debemos defender para que la sociedad vea cumplidas sus expectativas ya que aún persisten focos de reacción. Tenemos una asignatura pendiente como sociedad y no es otra que la IGUALDAD REAL que debe imperar en toda sociedad democrática.

CLM ha sido pionera en la puesta de políticas de inclusión, hoy tenemos la extraordinaria oportunidad de actuar con iniciativas contra la discriminación que persiste ya que el mejor aval de nuestros valores consiste en la defensa de la igualdad de derechos en lo que supone una defensa del mandato ciudadano expresado recientemente.

Tras años de un gobierno insensible hacia las demandas sociales, especialmente de colectivos como el nuestro, CLM necesita un aire nuevo con políticas comprometidas con la mayoría que nos haga crecer como Comunidad.

El silencio de los anteriores gobernantes ante ataques específicos que hemos sufrido desde el colectivo lgtb, la carencia de medidas concretas a favor de la igualdad, el olvido hacia las políticas de inclusión y la aceptación de quienes nos gobernaban de un modelo social ultraconservador y excluyente será sustituido por una nueva etapa donde el color vuelva a CLM.

Este manifiesto no debe ser solo una muestra de lo mucho que queda por hacer, de lo ya construido y alcanzado sino un reconocimiento expreso hacia tantos compañeros y ciudadanos, socialistas o no, que sufrieron en sus carnes la incomprensión y lucharon activamente durante décadas por qué Castilla La Mancha sea un espacio común de libertad y progreso.

Los socialistas de CLM, estamos hoy, más que nunca, convencidos de nuestro compromiso ciudadano con una tierra como esta que vuelve a tener una oportunidad histórica.

Una oportunidad histórica para que lo que parecía imposible fuera posible, para que sacando lo mejor de nosotros mismos demos un ejemplo de apertura y democracia defendiendo como siempre a la MAYORIA».

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