domingo, 20 de octubre de 2024
Memoria del Año Judicial 26/01/2012junio 14th, 2017

Los jueces eclesiásticos de la diócesis de Toledo anularon en 2011 un total de 48 causas matrimoniales de las 50 sentenciadas y la inmensa mayoría lo fueron por inmadurez y motivos psíquicos de alguno de los contrayentes. Según consta en la Memoria del Año Judicial eclesiástico dada a conocer por el arzobispado de Toledo, de las 48 causas de nulidad aprobada por el Tribunal Metropolitano el año pasado, 25 se anularon en primera instancia, es decir, las procedentes de Toledo y provincia.

Las otras 23 causas de nulidad aprobadas corresponden a recursos que llegaron al Tribunal Metropolitano de otras diócesis de la comunidad autónoma: 11 de Albacete, seis de Ciudad Real, dos de Cuenca y cuatro más de Sigüenza-Guadalajara.


Sin embargo, solo en un caso el tribunal eclesiástico de Toledo se pronunció en contra de la nulidad en una causa presentada en segunda instancia y consideró caducados dos procedimientos en primera instancia.

Respecto a los motivos que llevaron al Tribunal Metropolitano a aprobar la nulidad de un matrimonio eclesiástico, la inmensa mayoría lo fue por «grave defecto de discreción de juicio», es decir, inmadurez de alguno de los contrayentes (entre un 80 y un 90 por 100 de los casos), mientras que por motivos de naturaleza psíquica lo fueron entre el 52 y el 68 por 100, dependiendo de si es primera o segunda instancia.

En su alocución con motivo de la apertura del Año Judicial de la diócesis de Toledo, el arzobispo Braulio Rodríguez, considera «urgente y necesaria» la tarea pastoral familiar, por lo que se está elaborando un nuevo plan pastoral y que pretende trabajar la evangelización desde las familias.

El prelado toledano ha puesto de manifiesto «los múltiples y agobiantes problemas» que actualmente tiene que afrontar la familia: la crisis económica, la educación de los hijos, etc.

La Iglesia es «consciente de la crisis moral y ética que subyace en todas estas situaciones» y también sabe -ha precisado el arzobispo- que son los propios esposos los que deben dar una «respuesta razonable y coherente con los compromisos adquiridos en el matrimonio».

Por ello, consideran que muchos de esos problemas deben ser resueltos y madurados en el período de «noviazgo», que constituye un «tiempo privilegiado» para conocer, profundizar en las capacidades psico-afectivas del amor conyugal.

En este sentido, la delegación de Familia y Vida de la diócesis toledana está llevando a cabo una encuesta entre los monitores de los cursillos prematrimoniales y cuyos resultados se conocerán el 4 de febrero.

El arzobispo ha dicho estar seguro de que con las reflexiones y aportaciones de la encuesta renovarán «profundamente el proceso y los contenidos de la preparación de los jóvenes al matrimonio».

El acto de apertura del Año Judicial del arzobispo de Toledo contó también con la intervención del presidente de la Audiencia de Toledo, Manuel Gutiérrez Sánchez-Caro, quien ofreció una conferencia sobre la legislación matrimonial desde la aprobación de la Constitución hasta nuestros días.

EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL «NO HA TRAÍDO MEJORA EN LA VIDA SOCIAL»

Por otro lado, en declaraciones a EFE el arzobispo de Toledo ha afirmado que la ley que regula el matrimonio homosexual «no ha traído mejora en la vida social» de nuestro país desde su aprobación en 2005. El prelado toledano se ha expresado así al ser preguntado por si espera que el Gobierno actual haga cambios en esta ley y en este sentido ha recordado que el PP cuando estaba en la oposición presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional que aún está sin resolver.

Braulio Rodríguez cree que aunque la unión afectiva de personas del mismo sexo había que «canalizarla», no le parece que la mejor solución sea equipararla al matrimonio convencional, ya que «afecta al matrimonio de las parejas heterosexuales».

«Siempre hemos dicho -ha señalado el prelado toledano- que no nos parecía la mejor solución, porque eso afecta al matrimonio de las parejas heterosexuales».

Para el arzobispo de Toledo «hubiera sido importante haber reflexionado más» sobre lo que ello supone y compararlo con otros países donde está regulada la unión afectiva de personas del mismo sexo.

Pero, «en España se ha ido más adelante y afecta también al código civil y enseguida, como a menudo nos ocurre a los españoles, nos ponemos en el ranking».

Aunque desconoce lo que el Gobierno piensa hacer con la ley del matrimonio homosexual, «habría que pensar en el bien de todos los ciudadanos» y en este sentido considera que «no ha traído mejora en la vida social».

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