El Gobierno de Castilla-La Mancha ha autorizado en el Consejo de Gobierno celebrado esta semana dos acuerdos para declarar Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de Monumento, a la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Luz de Cuenca y al Castillo de la Estrella, ubicado en la localidad ciudadrealeña de Montiel.
El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Marcial Marín, ha valorado esta actuación y la ha enmarcado en la política llevada a cabo por el Ejecutivo regional en materia de patrimonio histórico y cultural, destacando ambas declaraciones al objeto de reconocer y proteger los elementos relevantes del patrimonio cultural que éstas atesoran.
En cuanto a la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Luz en Cuenca, también conocida como Iglesia de San Antón, es albergue de la patrona de la ciudad. Esta característica, y su importancia como expresión de estilo Rococó religioso, hacen de ella un de los templos imprescindibles a la hora de visitar la capital conquense. Este edificio revolucionó la conservadora arquitectura e introdujo el barroco más creativo.
Según los informes técnicos, la mencionada iglesia parroquial conforma un conjunto relevante cuyos valores arquitectónicos y culturales justifican su reconocimiento como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, y entre esos valores destacan sin duda los lienzos que alberga la Capilla Mayor y las pinturas murales realizadas al fresco.
El Castillo de la Estrella, ubicado en la localidad ciudadrealeña de Montiel, está emplazado en un cerro testigo de 8,7 hectáreas de extensión de terrenos rústicos, aunque parte del callejero urbano se asienta sobre las cotas más bajas del mismo. Las primeras evidencias arqueológicas sobre asentamientos humanos en este cerro testigo se asocian con un dilatado periodo cronológico que se sitúa entre el Calcolítico y el final de la Edad de Bronce.
Con esta actuación se trata de proteger la zona ante futuras actuaciones que impliquen movimientos de tierra que pudieran afectar a los vestigios del inmueble. Se cuidan de esta manera las parcelas del entorno del Castillo por estar asentadas en la falda del mismo, en un área donde debía extenderse la villa medieval.