El Gobierno de España ha anunciado un cambio sustancial en cuanto a impuestos se refiere. El mensaje en el Congreso de los Diputados de María Jesús Montero, ministra de Hacienda, se ha dirigido a dos direcciones.
Una es el aumento de impuestos de las rentas altas, la otra es la rebaja en el IRPF a las rentas medias-bajas que beneficiará, según Montero, al 50% de los contribuyentes.
Los impuestos a las rentas altas: a fortunas de 3 millones y a partir de 200.000 euros
La ministra de Hacienda ha explicado que el nuevo impuesto a las rentas altas se empezará a aplicar en 2023 y tendrá tres tramos: se pagará un 1,7% entre 3 y 5 millones de riqueza neta, un 2,1% para las fortunas de entre 5 y 10 millones y un 3,5% a la riqueza mayor de 10 millones de euros. Montero ha explicado que el impuesto afectará a unos 23.000 contribuyentes, que constituyen el 0,01% del total. El Estado recaudaría 1.500 millones de euros con el impuesto de las grandes fortunas.
Siguiendo con los impuestos a las rentas altas, el Gobierno elevará hasta el 275, un punto más, el IRPF de las rentas superiores a 200.000 euros. El aumento será mayor para las rentas de más de 300.000 euros, hasta el 28%. La medida espera recaudar 204 millones de euros y afectaría a casi 18.000 contribuyentes.
Rebaja de impuestos a las rentas bajas: sin IRPF por debajo de 15.000 euros
En el otro sentido, las reformas del Gobierno de España están dirigidas a reducir la carga impositiva de las rentas más bajas. En primer lugar, se elimina el pago del IRPF a las rentas menores de 15.000 euros, mil euros más que hasta ahora.
Del mismo modo, el Gobierno busca aprobar medidas para favorecer a las rentas medias y bajas realizando una deflactación en las rentas de hasta 18.000 euros. Es decir, lo que pagaban de impuestos hasta ahora las rentas de 18.000 euros, lo pagarán ahora por beneficios de hasta 21.000 euros. Es la medida que más afecta al conjunto de los españoles que permitiría el ahorro del Estado de 1.881 millones de euros y alcanzaría a la mitad de los contribuyentes.