La entrada en vigor el próximo día 2 de septiembre de la ampliación de la zona azul en Ciudad Real capital busca aumentar el espacio libre para aparcar y promover la fluidez del tráfico.
Así lo ha indicado la concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Ciudad Real, Rosario Roncero, que ha presentado las nuevas medidas de movilidad urbana sostenible, entre las que figura la ampliación de la zona azul.
Roncero, en rueda de prensa, ha hecho hincapié en que con su aplicación «sólo se busca aumentar el espacio libre y promover la fluidez del tráfico», dado que Ciudad Real tiene un parque de vehículos que aumenta constantemente y el espacio para aparcar siempre es el mismo.
Por este motivo, «con la zona azul perseguimos reducir el número de desplazamientos en coche, facilitar al residente que aparque en su zona, descongestionar el tráfico y acabar con la indisciplina en el aparcamiento que presenta la ciudad».
Actualmente, hay 800 plazas de zona azul y 405 de zona naranja (residentes) que se amplían en 696 de zona azul y 319 de residentes, de forma que Ciudad Real contará a partir de ahora con 2.125 plazas sometidas a regulación horaria y que gestionarán dos empresas.
La concejala de Movilidad ha aclarado que no habrá problemas porque sean dos empresas distintas las que lleven esta gestión, pues, según ha indicado, con un ticket de aparcamiento servirá para cualquiera de las dos zonas.
También ha explicado que quedarán exentos de pagar la zona azul las motocicletas y bicicletas que no ocupen más del 20 % del espacio de la plaza, vehículos oficiales de transporte para personas con movilidad reducida, híbridos, eléctricos y homologados y coches de protección civil y sanitarios.
«La zona azul no es una medida popular», ha reconocido Roncero, quien ha defendido su implantación con el fin de lograr que Ciudad Real sea «una ciudad más sostenible y con mayor calidad de vida».
Sobre los actos vandálicos sufridos en los cajeros de la zona azul, la concejala ha manifestado que «estamos entrando en un terreno muy peligroso que nada tiene que ver con la convivencia democrática» y ha confirmado que los responsables están prácticamente identificados.
En este contexto Roncero ha hecho un llamamiento a los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Ciudad Real «para que condenen estos actos, cuiden sus formas y sus críticas y no amparen estas conductas incívicas».
En otro orden de cosas, la concejala ha dado a conocer la intención del Ayuntamiento de reducir los desplazamientos en coche que se producen en la ciudad.
Y ha comentado que, para ello, se ha tenido en cuenta el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), un documento técnico elaborado por el Ayuntamiento y una consultora especializada en el que se empezó a trabajar en 2011.
Según ha explicado, dicho plan ha arrojado importantes conclusiones que han servido para definir cómo es el transporte en la ciudad: el 55,9 % de los desplazamientos se producen a pie, el 37,4% en vehículo privado, el 6 % en autobús y el 1,7% en bicicleta.
El equipo de gobierno quiere cambiar estas tendencias fomentando el uso de la bici y los desplazamientos a pie, porque, según ha afirmado, «generan hábitos saludables y mejoran la calidad de vida».
PIDEN QUE SE CONVOQUE EL CONSEJO DE SOSTENIBILIDAD
El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Ciudad Real ha anunciado que pedirá que se reúna la junta de portavoces y que se convoque el Consejo de Sostenibilidad para analizar la entrada en vigor a principios de septiembre de la zona azul en la capital.
Así lo ha anunciado en rueda de prensa el portavoz del Grupo Socialista, Alberto Lillo, quien ha explicado que ante la falta de información ofrecida por el equipo de gobierno municipal y las quejas vecinales que se están produciendo es necesario que se abra un proceso de debate entorno a este asunto.
En este sentido, ha denunciado la falta de información y la nula disposición a sentarse a negociar con los sectores y vecinos afectados por la ampliación de la zona azul.
Lillo ha lamentado el «afán recaudatorio» que con esta iniciativa persigue el equipo de gobierno del Ayuntamiento, al tiempo que ha considerado que resulta «curioso» que el Plan de Movilidad Urbana que sustenta esta medida, haya sido diseñado por una de las empresas concesionarias de la zona azul.
Asimismo, ha considerado que se está hipotecando la ciudad para los próximos 25 años.
El portavoz socialista ha advertido: «El Ayuntamiento cobra de golpe un canon que una empresa podría pagar en 25 años y se lo gastan de golpe para intentar cubrir el déficit del presupuesto municipal, sin importarles lo que pase en años posteriores, ni quien esté detrás de ellos».