El secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, ha avisado de que el «invierno demográfico» será una realidad en el corto plazo y también afectará a las Fuerzas Armadas, lo que llevará al Ejército español entrar en una «dura competencia» con otras organizaciones en cuanto a la captación de personal.
Así lo ha puesto de manifiesto durante la inauguración del ‘Foro Ejército-Empresas 2018’ que esta semana acoge el Museo del Ejército de Toledo para hablar del concepto Brigada 2035, el modelo que se está diseñando para la adaptación del Ejército español al entorno operacional que se prevé en el horizonte de ese año.
Conde ha abogado al respecto por contar con unas Fuerzas Armadas «tecnológicamente avanzadas y con potencia de combate», lo que deberá aunar con «las capacidades necesarias para operar satisfactoriamente en los escenarios futuros».
En su opinión, el entorno actual es «impredecible, dinámica, inestable y de creciente complejidad», donde el «rápido auge de la tecnología marcará el camino y obligará a dotar al Ejército de mecanismos más ágiles que se adapten a la evolución del entorno».
«Parece que en el futuro las Fuerzas Armadas simultanearán actividades variadas como el combate convencional, la ayuda humanitaria y el adiestramiento de fuerzas, pero sin obviar las amenazas híbridas con cualquier procedimiento, incluido el terrorismo», ha indicado.
En todo caso, ha considerado que a pesar de los avances tecnológicos en el futuro «seguirá siendo necesario pisar el terreno», si bien desde la distancia se podrá actuar pero de manera circunstancial «y nunca para lograr soluciones duraderas».
La Brigada 2035, según Conde, «deberá tener capacidades para ser un sistema de combate integral», y ese es el modelo que se pretende diseñar con ese horizonte temporal.
Así, a parte de ser un equipo con menos personal, «deberá contar con los medios adecuados para facilitar la opción de conocer en tiempo real la situación del resto de actores en un conflicto».
En cuanto a los nuevos conceptos, Conde ha apuntado al desarrollo de la Inteligencia Artificial, los vehículos autónomos, la energía electromagnética con propósito ofensivo, las impresoras 3D y las nanotecnologías como herramientas «innovadoras pero no de un futuro lejano».
Ha sido en este punto en el que ha pedido más coordinación a las empresas que desarrollan armamento y tecnología aplicada al funcionamiento del Ejército, ante lo que ha llamado a «aprovechar las sinergias».
La industria «va hacia el 4.0, hacia el Internet de las cosas, el Big Data y la seguridad informática, y las industrias de Defensa ya se empiezan a transformar», según palabras del ‘número dos’ del Ministerio.
Esa colaboración ha de permitir «mantener la superioridad tecnológica» como «factor clave» para «lograr la superioridad» en cualquier enfrentamiento futuro.
Por ello, ha defendido impulsar la industria «con los pies en la tierra y en coherencia con el escenario económico previsible». «Tenemos la exigencia del máximo beneficio de cada euro invertido, logrando el máximo rendimiento del dinero público», ha insistido, pidiendo «no perder el tren» que pone a disposición la Unión Europea en materia de ayudas a la Investigación y Desarrollo.
Un presupuesto «sostenible» para una España «más segura»
Agustín Conde ha defendido en esta línea poder contar con un «presupuesto sostenible» en su departamento «para ganar el futuro y contribuir a tener una España más segura».
Aquí ha recordado la reorganización ministerial a través de la cual la Dirección General de Armamento y Material de la cartera que ocupa ha contribuido a fortalecer la industria de la Defensa tras el proceso de centralización de compras, «una transformación orgánica» que ha servido entre otras cosas para «tener una visión más global y una mayor eficacia» acabando con «disfunciones» del modelo anterior.
Conde ha rematado su intervención insistiendo en pedir la colaboración del sector industrial, «para que el camino que nos lleve a la Brigada 2035 se haga más llevadero y factible y se puedan incorporar a tiempo esas tecnologías».