La Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo ha expresado su preocupación por la amenaza al paisaje cultural que representa el incremento de 3.000 viviendas en la zona de La Peraleda, tal y como se contempla en la modificación puntual número 29 del Plan General Municipal de Ordenación Urbana de Toledo de 1986.
Según indica esta institución en un comunicado de prensa, a finales del mes de septiembre presentó una serie de alegaciones a esta modificación puntual, alegaciones en las que manifiesta que no está justificado esta construcción de viviendas en esta zona de la ciudad situada al margen izquierdo del río Tajo
Los académicos piden que La Peraleda no sea excluida de las protecciones al paisaje establecidas en el Título VII del Plan Especial del Casco Histórico de 1998 (PECHT) y que las futuras actuaciones urbanísticas vayan encaminadas a la puesta en valor y actualización de este valor patrimonial y no a su destrucción.
En este sentido, entienden que es necesaria la corrección de la modificación puntual número 29 en la reclasificación de suelo y la redacción de un documento de estudio de afecciones al paisaje en cumplimiento con la declaración de Toledo como Monumento Histórico (año 1940), con la declaración de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad (1987), con el PECHT (1998) y con el Convenio Europeo del Paisaje (2007), «que ha convertido la atención al paisaje no sólo en una recomendación, sino en una obligación para los poderes públicos».
La Real Academia señala también en estas alegaciones su preocupación por la reclasificación del suelo y la pérdida de protección expresada en la modificación puntual número 29 del Plan de Ordenación Municipal, la cual no justifica «la pérdida de los valores que en su día lo hicieron merecedor de protección, tal como contempla el Reglamento de Planeamiento de la Ley 2/1998 de Ordenación del Territorio y de la Actividad Urbanística (Art. 120)».
Preocupan también a los académicos las posibles afecciones arqueológicas que puedan producirse en La Peraleda, concretamente en las áreas marcadas en la Carta Arqueológica como A.72 (La Peraleda), A.73 (Azud de La Peraleda) y B.34 (Terrazas San Bernardo-Peraleda). Los miembros numerarios piden, en este sentido, que se garantice la protección y conservación del patrimonio arqueológico, en aplicación de la Ley del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha.
Para finalizar, la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo considera absolutamente necesario un proyecto global de ciudad «que comprenda que ésta es inexplicable sin los paisajes culturales que la integran». Los académicos consideran que «el urbanismo entendido exclusivamente como disciplina legal, como conjunto de procedimientos administrativos al servicio de la especulación, relega a un segundo plano la mirada transversal sobre la ciudad cuando ésta debería ser entendida, como recoge el PECHT, como ‘un conjunto integral de edificios, espacios libres, naturaleza integrada, sitio histórico, funciones que se desarrollan, etc'».