Un día después de la DANA recuperan la normalidad algunas de las carreteras de titularidad provincial aunque se sigue pidiendo prudencia ya que todavía hay numerosas vías con estrechamientos a causa de los desprendimientos y barro en la calzada. Sobre todo, en las áreas recientemente abiertas como la carretera de Castilnuevo.
Condiciones de tráfico y restricciones
Desde la Diputación informan de la siguiente situación en la red de carreteras de titularidad provincial
GU-418 La Yunta: Abierta al tráfico ligero mediante un desvío habilitado, pero cerrada para el tráfico de vehículos pesados.
GU-427 Mochales: Abierta al tráfico sin restricciones.
GU-428 Villel de Mesa: Abierta al tráfico.
GU-958 Corduente: Cerrada al tráfico entre los puntos kilométricos 8+500 y 17+000.
GU-157 Matillas: Cerrada al tráfico debido al descarrilamiento de un tren en la zona.
GU-952 Cortes de Tajuña: Abierta al tráfico, pero se recomienda precaución.
Cabe recordar que la carretera de Monasterio, aunque no está incluida en esta actualización, fue reabierta ayer tras la reparación de una torre de alta tensión que presentaba inclinación y obligaba al cierre de la vía.
Municipios abastecidos
El presidente de la Diputación Provincial, José Luis Vega señalaba que “en estos momentos, la prioridad es garantizar que se presten los suministros básicos de agua y electricidad y restaurar las comunicaciones por carreteras allí donde sea posible, ya que algunas se están limpiando y en otras habrá que esperar a que baje el nivel del agua”, ha explicado Vega, quien ha precisado que todos los servicios de la Diputación -centros comarcales, brigadas de carreteras y bomberos del CEIS- están movilizados y a disposición de los municipios que necesiten asistencia. En total, los servicios de Diputación han recibido avisos de una treintena de localidades que se han visto afectadas en sus cascos urbanos o en los accesos por carretera en distintas comarcas de la provincia de Guadalajara.
Hasta el momento las autoridades provinciales han distribuido garrafas de agua en las localidades más afectadas. En Molina de Aragón se han repartido 960 garrafas de 5 litros (un total de 4,800 litros). En Rillo de Gallo: 320 garrafas de 5 litros (1,600 litros en total). La Yunta: 320 garrafas de 5 litros (1,600 litros en total). Villel de Mesa y Mochales: 640 garrafas de 5 litros a cada municipio (3,200 litros por municipio).
En el caso de Molina de Aragón, el alcalde del municipio, Francisco Javier Montes, señala que el problema viene de la zona de captación de agua, a unos 5 kilómetros del municipio, que debido a las fuertes lluvias ha embarrado el agua y se encuentra turbia y no apta para el consumo humano, pero sí se puede emplear para otros usos como cisternas o limpieza. Además, el municipio presenta daños y suciedad en calles y casas por el barro. También se han inundado dos garajes comunitarios y el establecimiento de restauración El Molino del Batán, cercano al río, también ha sufrido daños destacados, especialmente en la carpa exterior. “Hoy estamos limpiando el pabellón deportivo que estaba lleno de barro y resto de calles”, puntualizaba el alcalde.