El Seminario y el colegio de Maristas fueron algunos de los escenarios de los últimos combates de la Guerra Civil en Toledo. Allí resistieron los últimos republicanos antes de que la ciudad fuese tomada definitivamente por las tropas de Franco.
El blog histórico Toledo GCE da cuenta de ello a través de una serie de fotografías que publica en su web. En la primera, tomada desde los escombros de un Alcázar dominado ya por los soldados de Varela y procedente de los archivos de la Biblioteca Nacional de España, se aprecia a lo lejos una columna de humo blanca que sale del Seminario toledano.
Este portal explica que para entender la situación del Seminario durante esos momentos hay que retroceder un poco hasta el final del asedio del Alcázar. La cercanía de las tropas de Varela, a partir del día 26 de septiembre de 1936, supuso que el grueso de las fuerzas republicanas abandonara la ciudad de Toledo sin dar por finalizado el asedio. El último asalto contra la fortaleza se realizó a la desesperada durante la mañana del 27 de septiembre resultando un fracaso absoluto. La población civil que no quiso quedarse para la caída de la ciudad marchó hacia Aranjuez y los pueblos del sur de la provincia (la carretera de Madrid se encontraba cortada a la altura de Bargas desde el día 25).
El asalto sublevado contra Toledo se inició el 27 y durante la jornada del día 28 de septiembre se consiguió finalizar con el cerco republicano sobre el Alcázar. Las tropas de Bernal y Líster se retiraron los últimos ya con los legionarios encima por el Puente San Martín. En el interior de la ciudad, algunos grupos de milicianos resistieron en varios edificios como el Seminario o el colegio de los Maristas.
Incluso en una pared del Seminario apareció la siguiente inscripción:
«Manuel Gómez Cota, miliciano de Izquierda Republicana de Madrid, a día 27 se hizo de la defensa de este Seminario. (…) fuerte lucha con el enemigo y poner a mujeres, viejos y niños, además de los ¿empleados? del mismo y personal civil a salvo, le prendió fuego. Son las ¿? de la tarde, esto está ardiendo solo quedamos los que firmamos:
Manuel Gómez
Eduardo Ruiz
(otro nombre ilegible)
¡Viva Azaña! ¡Viva la República!»
«Las últimas horas de combates y las represalias posteriores en la ciudad de Toledo tuvieron que ser bastante duras como confirman los numerosos testimonios de los que vivieron aquellos días de 1936″, concluye Toledo GCE.