«Relataba el Éxodo cómo el antiguo Egipto sufrió hasta diez plagas por las negativas del faraón a los ruegos de Moisés de liberar al pueblo de Israel. En el último año de gobierno municipal, los toledanos hemos sufrido continuas plagas a la altura de las relatadas en el Antiguo Testamento y la Torá como castigo por tener un alcalde a tiempo parcial como Emiliano García-Page al frente de la ciudad, alcalde que, como el faraón, no escucha los ruegos de los ciudadanos
Y es que si la primera plaga que nos relata la Biblia fue la de la conversión del agua en sangre con la consecuente muerte de peces, el primer edil toledano ha convertido el río -con la avería del colector municipal- en basura con el mismo desenlace.
Pero en estos días veraniegos venimos sufriendo la tercera plaga bíblica: la de los mosquitos, que nos producen unos ronchones dignos de la sexta plaga narrada en el Éxodo. Debido a la falta de fumigación este verano por la desidia de García-Page, más pendiente de sus viajes a Miami o Albacete que de la ciudad, los toledanos tienen que sobrellevar las numerosas picaduras debidas a ellos. Pero de seguir sin afrontar soluciones a este problema y realizar las necesarias labores de fumigación, pronto nos veremos abocados a la cuarta plaga y a la octava: la de los insectos y las langostas.
Anteriormente ya sufrimos la novena plaga, la de la oscuridad, cuando -debido a la enorme deuda mantenida por el Ayuntamiento-, Page dejó a oscuras a la mitad de la ciudad apagando con su Plan de Ajuste las farolas. Meses después, muchos toledanos siguen quejándose porque cuando salen de su casa por las noches se encuentran en la penumbra.
Aun así, los toledanos hemos tenido la ‘suerte’ de tener variantes en estas plagas modernas. En la segunda plaga del Antiguo Testamento, en lugar de ser de ranas, nuestro alcalde ha optado por cambiar la ‘n’ por la ‘t’ y nos ha concedido una plaga de ratas como las que campan a sus anchas por Santa Bárbara o la Avenida de Europa.
Al igual que el profeta Moisés rogaba por la liberación del pueblo hebreo, el pueblo toledano ruega hoy que nos liberen de tener un alcalde a tiempo parcial y poder así alcanzar el Toledo prometido. Los toledanos rogamos a García-Page que no aplique sobre nuestras cabezas el resto de plagas y le solicitamos que en lugar de irse a Ávila a poner una vela a Dios y otra al diablo, o una al cardenal Cañizares y otra al expresidente Zapatero respectivamente, se dedique a solventar los problemas causados en la ciudad por su dejadez de funciones y sus ausencias continuas y permanentes».
Diego Vivas es concejal del PP en el Ayuntamiento de Toledo.