lunes, 16 de septiembre de 2024
17/11/2015junio 7th, 2017

Una persona ha sido detenida en El Espinar (Segovia) por supuestamente haber perpetrado 41 robos con fuerza de repetidores de telefonía móvil en estaciones de Segovia, Madrid, Ávila, Toledo y Burgos, ocasionando daños por más de 350.000 euros.

La subdelegada del Gobierno, Pilar Sanz, ha informado del resultado de la «Operación señal», junto con el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Fernando Gil, que se ha saldado con la detención de un hombre de 42 años, vecino de Pinto (Madrid), con antecedentes por delitos de robo con fuerza.


Según Sanz, a quien también acompañaban representantes de las operadoras Movistar, Vodafone y Orange, la Guardia Civil de Segovia considera al detenido autor de al menos 41 robos en instalaciones de telefonía móvil, 18 de ellos en la provincia de Segovia, en Villacastín, El Espinar y en Cerezo de Arriba y Cerezo de Abajo.

Además, de otros 23 robos similares en Ávila, Burgos, Madrid y Toledo, entre febrero pasado y el 10 de noviembre, día en que se produjo su detención en el paraje El Estepar, de El Espinar.

Las investigaciones desarrolladas por la Guardia Civil se remontan al mes de febrero de este año, a raíz de una serie de robos ocurridos en repetidores de telefonía móvil denunciados en Segovia, donde el supuesto autor seguía la misma forma de proceder, actuando solo y con un plan premeditado.

Los investigadores detectaron que seleccionaba previamente los lugares y las instalaciones en las que iba a robar, casi siempre de noche, forzando la puerta exterior o cortando la valla para acceder así a las instalaciones.

Rompía la puerta de acceso a la caseta, para sustraer el material y componentes eléctricos y de telefonía que encontraba en su interior, como equipos de radio, radioenlaces, aparatos de aire acondicionado, baterías e incluso el cableado de estas instalaciones.

LO TRANSPORTABAN HASTA UNOS LOCALES ALQUILADOS

Una vez efectuado el robo, transportaba estos objetos en un vehículo de su propiedad a unos locales que había alquilado en la provincia de Madrid, donde los almacenaba para después desmontarlos y venderlos en las chatarrerías.

La subdelegada ha explicado que, como consecuencia de los daños en las instalaciones de telefonía y a pesar de que las averías eran subsanadas en el menor tiempo posible, la comunicación quedaba interrumpida, tanto de voz como de datos, lo que causaba alarma en las poblaciones afectadas, que se quedaban sin servicio.

En cuanto a los daños materiales ocasionados y al perjuicio económico provocado, aunque no se han podido evaluar en su totalidad, las operadoras consideran que los daños directos superan los 350.000 euros.

Las compañías aseguran que el perjuicio generado por estas acciones, debido al cese del servicio, es difícilmente cuantificable, aparte de que quedaban suspendidos servicios como alarmas o tele asistencia, con peligro real para las personas.

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