El grupo Liberbank, que rompió su proyecto de unión con Ibercaja y Caja3, confía en mantener su independencia y cubrir sus necesidades de capital sin ayuda pública, pero con la entrada en su accionariado de un inversor privado.
Este es el mensaje que ha traslado el presidente de Liberbank, Manuel Menéndez, en la reunión que ha mantenido en Madrid con los representantes de cada una de las centrales sindicales representadas en esta entidad, formada con la fusión de Cajastur, CCM, Caja Extremadura y Caja Cantabria.
Según han explicado a Efe fuentes sindicales, durante los encuentros, el presidente ha pedido a los sindicalistas que transmitan «tranquilidad» a la plantilla, tras la ruptura del acuerdo de fusión a tres bandas.
La ruptura se ha producido tras hacerse públicos los resultados de los test que Oliver Wyman ha llevado a cabo a la banca española y que desvelaron que Liberbank, por separado, necesitaba 1.198 millones de euros de capital.
Por su parte, las otras dos entidades con la que tenía en marcha el proyecto de fusión necesitaban más de 1.000 millones.
En concreto, Ibercaja necesita 226 millones para afrontar el escenario más adverso, y Caja3 779 millones.
Como consecuencia de estas cifras, Ibercaja forzó una nueva negociación con Liberbank para asumir una posición de predominio en el proyecto de unión, una pretensión que la entidad de Manuel Menéndez rechazó.
Así, la fusión ha quedado rota, y ahora Liberbank prevé captar el capital necesario por sí misma, con un plan que vendrá acompañado de un programa de recorte de costes muy agresivo.
Para ello, la entidad baraja la posibilidad de captar capital privado mediante su salida a bolsa, traspasando sus activos inmobiliarios al llamado «banco malo» y con un plan de eficiencia.
Las mismas fuentes han explicado que la entidad presentará mañana ante el Banco de España su plan de viabilidad que esperan tenga el visto bueno de Bruselas, y que también contempla una reducción de costes que se llevará a cabo de forma inmediata.
Lo que sí ha descartado el banco es que haya medidas traumáticas de recortes de empleo. Si habrá recortes de salarios y de jornadas, apuntó.
La entidad prevé buscar nuevos socios que ayuden a recapitalizar la empresa, quizás extranjeros. En cuanto a plantear una nueva fusión, Menéndez ha insistido en que los planes son seguir en solitario, aunque está abierto a todas las posibilidades.
En el caso de que el Banco de España no dé el visto bueno a su plan de saneamiento, Liberbank tendría que pedir ayudas públicas para recapitalizarse.