La Junta Directiva de la Asociación Castellanomanchega de Anestesia y Reanimación (ACMARTD) se ha dirigido por carta el presidente de Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page, y al Consejo de Colegios de Médicos de Castilla-La Mancha para mostrar su «repulsa e indignación ante las insultantes declaraciones del señor presidente de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, en su comparecencia en Pleno Extraordinario de las Cortes de Castilla La Mancha sobre la pandemia de SARS COV2 que nos afecta».
La misiva fue enviada ayer mismos, día en el que el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, afirmó que se reunirían con los médicos y que «ni el presidente, ni yo ni nadie en el Gobierno piensa mal de los profesionales». Sanz confió en que el diálogo devolviera las aguas a su cauce.
En la carta al presidente de la Junta le relatan la situación vivida en su especialidad. Reproducimos íntegra esta carta:
«¡Hemos estado ahí! Con honor y dedicación plena»
Señor presidente: Como representantes de un extenso colectivo de anestesiólogos, nos vemos en la obligación de responder públicamente a palabras vertidas por usted en el parlamento de nuestra Comunidad Autónoma, por considerarlas inciertas y desafortunadas:
- La pandemia de COVID 19 ha supuesto un durísimo golpe para la sociedad castellanomanchega, para España y para gran parte del mundo. Las consecuencias en la salud de la población, la economía y la estructura social son todavía difíciles de precisar.
- Los Servicios de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor, han resultado esenciales para la respuesta de la organización al abrumador incremento de la demanda asistencial, especialmente en la atención de pacientes críticos: ampliando sus propias unidades de emergencias y cuidados intensivos, reconvirtiendo y adaptando otras, cooperando con compañeros de distintos Servicios, asesorando al personal directivo cuando fuimos requeridos para ello. Lideramos la gestión de estos cambios con eficacia, eficiencia y responsabilidad. Asumiendo riesgos, pero procurando siempre la mayor seguridad para nuestros pacientes.
- ¡Hemos estado ahí! Por eso podemos afirmar y documentar que hemos soportado graves carencias estructurales y logísticas: de organización, personas y recursos.
- ¡Hemos estado ahí! Trabajado con equipos de protección insuficientes y en ocasiones de mala calidad. Con precariedad de medios diagnósticos para pacientes y profesionales. Soportando la soledad, la incertidumbre y el aislamiento de nuestras familias.
- ¡Hemos estado ahí! Utilizando en ocasiones equipos tecnológicos inadecuados, modelos desconocidos, sin tiempo para la formación ni para las tareas de mantenimiento necesarias. Trabajando con gran cantidad de información, pero de escasa calidad científica todavía, asumiendo la incertidumbre en la terapéutica y los frecuentes cambios en nuestros protocolos y en los de otros especialistas. Tomando decisiones difíciles, muy difíciles, que con frecuencia hicieron vacilar nuestro ánimo.
- ¡Hemos estado ahí! Por eso pedimos disculpas a nuestros pacientes y familiares. Porque sin duda habremos cometidos errores.
- ¡Hemos estado ahí! Con honor y dedicación plena. Ayudando a los pacientes en su recuperación, asistiéndoles en su sufrimiento, acompañándoles en su final. Intentando llevar algo de consuelo a las familias. Ocultando nuestro propio desasosiego.
- ¡Hemos estado ahí! Como tantos compañeros de todas las categorías y áreas de conocimiento. Cooperando y compartiendo momentos de ilusión, desvelos, frustraciones y mucho esfuerzo.
«Esto no ha terminado…»
Señor Presidente: esto no ha terminado. Faltan cadáveres. Otros no han recibido todavía honores ni sepultura.
Quedan pacientes enfermos y con graves secuelas físicas y psicológicas de las que tal vez no puedan recuperarse.
Queda la amenaza y el miedo.
Quedan pacientes desatendidos, con otras enfermedades graves, que exigen y merecen la recuperación inmediata de nuestra capacidad asistencial plena.
No es momento para la autocomplacencia.
Necesita usted la colaboración de todos: eso deben buscar sus palabras. Necesita usted el liderazgo de los mejores: eso debe buscar su inteligencia. Es necesario rediseñar las tareas asistenciales, reinventar espacios y estructuras, planes de contingencia. Queda por hacer más de lo que se ha hecho.
«Le pedimos modestia, empatía y el reconocimiento de la realidad»
Puede contar con nosotros señor presidente. Solo le pedimos modestia, empatía y el reconocimiento de la realidad que hemos vivido. La investigación, el análisis y la autocrítica son esenciales para las mejoras que necesita nuestro sistema sanitario y por las que nosotros seguiremos trabajando con ánimo inquebrantable.
Junta Directiva de la Sociedad Castellano Manchega de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor.