«Los sufridos ciudadanos de toda España, obvio que también los de Castilla-La Mancha, desde el pasado domingo tienen obligación de pagar un incremento sustancial en el coste de sus medicamentos.
Pero de esta medida, el asunto mas polémico es el pago que sobre los mismos deben realizar los pensionistas. Aunque la medida ha entrado en vigor, la falta de información por parte de las autoridades sanitarias hace que esta impopular opción, tenga, además un efecto perverso, casi sorpresivo sobre el cómo y de que manera se aplicará la medida.
El pasado jueves días 28 de junio, las Cortes de Castilla-La Mancha debatieron sobre la implantación del copago, pero el Gobierno regional, lejos de dar respuesta a las interrogantes que nos surgen a todos al respecto se limitaron a seguir abundando en la llamada «herencia recibida», ese bálsamo de fierabrás -que pagamos los ciudadanos- y que sirve para justificarlo todo, ¡hasta la incompetencia! pero no soluciona nada, salvo para empeorar cada día mas las cosas.
Puede que a muchos ciudadanos estos cambios solo les molesten en la medida en que le puedan afectar al bolsillo de forma directa, y que no han reparado que realmente se está produciendo un cambio de modelo sanitario, en el que se recortan las prestaciones y los derechos del ciudadano. ES UN IMPUESTO SOBRE LA ENFERMEDAD. Toco el mundo puede entender que haya dinero para sufragar el déficit de las entidades bancarias o el de las concesionarias de las autopistas, y no existan recursos -de volumen muy inferior- para mantener una sanidad pública, universal y gratuita -en el momento de la prestación- como la que hemos construido desde la aprobación de la Ley General de Sanidad en 1985.
Pero los más perjudicados de quienes han comenzado ya a pagar los medicamentos son fundamentalmente los pensionistas, pero también los enfermos crónicos y los pacientes de enfermedades raras. El Decreto Ley de copago, y de contrareforma sanitaria, habla de aportaciones reducidas, pero para los medicamentos, no para las enfermedades, con lo que cae uno de los pilares básicos del sistema, la solidaridad para con los más débiles -quienes tienen menos recursos y quienes tienen más enfermedades-.
El nuevo sistema establece copago, repago, contrapago, postpago y el pago total -este último introducido para 426 fármacos que, además, quedan excluidos del sistema y por tanto han de abonarse en su integridad-. Una paradoja añadida a todo ello, es el PRESTAMO QUE LOS ANCIANOS HACEN A LA HACIENDA PÚBLICA. Es un sistema de prepago porque el enfermo paga primero , y ¡hasta seis meses después!, la Administración se lo reembolsa.
Las preguntas son muchas. Las respuestas nulas. ¿Cómo tiene preparada la Administración el sistema de devolución? ¿En cuanto tiempo, de verdad, lo va hacer? ¿Tendrá que rellenarse algún documento para que este dinero se devuelva? ¿Quién, cómo y de qué manera se va a reintegrar lo previamente pagado? ¿Qué pasará cuando el enfermo compra los medicamentos en otra comunidad autónoma, porque temporalmente esté desplazado?
Los Gobiernos de Andalucía y Galicia han articulado mecanismos para simplificar el sistema y que los pensionistas no tengan que adelantar el dinero, ¿Por qué no lo hace el Gobierno de Cospedal? ¿ES DELIBERADA LA FALTA DE INFORMACION O SIMPLEMENTE ES INCOMPETENCIA? Mal lo primero, peor lo segundo, porque pondría en evidencia la carencia de responsabilidad de quienes nos gobiernan.
De otra parte, comprobamos cómo el Gobierno regional no ha previsto, ni sabe ni parece interesarle, conocer los efectos sobre un colectivo que verá como su pensión, de facto, se reduce entre un 6 y un 10 por 100. Castilla-La Mancha tiene 346.414 pensionistas –el 15 por 100 de la población-, que cobran una pensión media de 771 euros con 51 céntimos.
No olvidemos, y estos debieran saberlo también las autoridades políticas, que la crisis está llevando a muchos ancianos (más del 40 por 100) a contribuir y ayudar, con su pensión, a sus familias en grave situación económica. Para la mayoría de los pensionistas el aporte anual alcanzará los 98 euros, que será el mínimo, toda vez que el 94 por 100 de los ancianos tienen la necesidad, lógica, de consumir medicamentos de forma frecuente. Además, a ello, y después del verano se añadirán el pago del material ortoprotésico, de los alimentos dietoterápico y el transporte sanitario. ¡¿No son demasiados cafelitos, sr. Echániz?!».
Roberto Sabrido es médico y miembro de la Ejecutiva Regional del PSOE de Castilla-La Mancha.
Fernando Mora es politógolo, diputado regional del PSOE y portavoz de Sanidad socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha.