Los más temerarios o los más sinceros, así son los castellano-manchegos. Una encuesta realizada por el comparador de seguros Rastreator arroja que los ciudadanos de la región son los que en mayor porcentaje reconocen que miran el móvil al volante. Son cerca de uno de cada cuatro, exactamente un 23,7 por 100. El dato está ocho puntos por encima de la media nacional, situada en el 16,6 por 100.
Y es que la dependencia del los celulares es muy alta en la región. El 82,5 por 100 reconoce que no puede vivir sin el móvil y el 33,8 por 100 asegura que es adicto al dispositivo. Con estos datos no es de extrañar que los los castellano-manchegos pasen una media de casi 3 horas y media delante de la pantalla del móvil. La población de CLM es la tercera que en mayor medida afirma que no puede vivir sin el móvil, solo por detrás de la de Extremadura y Baleares.
Pero la adición al teléfono móvil puede provocar ciertos trastornos físicos y psicológicos, y en Castilla-La Mancha el 47,5 por 100 asegura que están pendiente de los móviles cuando están con amigos, con la familia o incluso con su pareja.
Otro de los demoledores datos es que el 61,2 por 100 de los castellano-manchegos asevera que mirar el móvil es lo primero que hace cuando se levanta y lo último cuando se acuesta.