Tras los excesos cometidos en los menús navideños hay que optar por una nutrición variada y saludable frente a las dietas extremas y los productos milagro, tal y como advierten endocrinólogos y dietistas.
La jefa del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Guadalajara, Visitación Álvarez de Frutos, apunta a la necesidad de recurrir a una alimentación variada y saludable, combinada con la práctica de ejercicio físico. En este sentido, para perder los kilos ganados durante las pasadas fiestas nuestra alimentación debe ser «disciplinada y estructurada», organizando los menús con antelación, evitando la improvisación y con una dieta que incluya verduras, hortalizas, fruta, legumbre, carnes, pescados, pan o aceite de oliva.
Según advierte la doctora Álvarez, la primera consecuencia de una dieta demasiado restrictiva o de las dietas milagro es, junto a un déficit nutricional, el efecto rebote «que lleva a recuperar en poco tiempo el peso perdido e incluso más».
Esto se debe a que estas dietas no pueden prolongarse en el tiempo, sumado al hecho de que nuestro organismo tiende a reconocer la restricción en la ingesta como una situación de emergencia, por lo que “aprende” y comienza a acumular para garantizar la subsistencia. Por este motivo, al efecto rebote se le suma una mayor resistencia a la pérdida de peso y que la persona tenga cada vez más dificultades para adelgazar, incluso aunque cuide su alimentación.
Sugerencias de menú
Por su parte, Ana García Hernando, dietista-nutricionista responsable de adaptar los menús que se sirven a los pacientes del Hospital que, por motivos de salud, precisan una dieta personalizada, apunta a la importancia de realizar cinco ingestas diarias, evitando «picoteos» y optando por la dieta mediterránea. Si deseamos perder algún kilo debemos evitar fritos y rebozados y optar por carnes magras como conejo, pollo o pavo, o pescados, especialmente pescado blanco, limitando el consumo de pescado azul a dos veces por semana.
Debe evitarse, añade, el consumo de bebidas azucaradas e incluso los refrescos ‘light’, dado que los edulcorantes alteran la flora intestinal, así como limitar el consumo de sal, sustituyéndola por especias o limón, y “resulta importante evitar tóxicos como alcohol y tabaco”.
Ana García propone, como un ejemplo de menú en el caso de personas sanas que deseen perder esos kilos ganados en Navidad, desayunar un café con leche, fruta y tostada de tomate, y a media mañana una pieza de fruta con un puñadito de frutos secos. La comida podría consistir, por ejemplo, en una sopa y una carne magra a la plancha con ensalada, acompañando el menú de pan integral y fruta de postre. A media tarde se puede merendar un yogur, infusión o pieza de fruta y una sugerencia para la cena puede ser un plato completo que reúna verdura y proteína, como judías verdes con jamón, y una pieza de fruta o yogur.
[ze_summary text=»Hay que tener cuidado con los productos que denominan ‘detox’, pues nuestro cuerpo ya realiza esta función de una manera natural «]Hay que tener cuidado con los productos que denominan ‘detox’, pues nuestro cuerpo ya realiza esta función de una manera natural [/ze_summary]Esta dietista-nutricionista alerta sobre las consecuencias de las “dietas basadas exclusivamente en proteínas, o bien aquéllas en las que las comidas se sustituyen por batidos, infusiones o cápsulas, pues además de suponer una falta de nutrientes necesarios pueden provocar daños renales, cardiacos, hepáticos u hormonales”.
Según Ana García, «hay que tener cuidado con los productos que denominan ‘detox’, pues nuestro cuerpo ya realiza esta función de una manera natural a través de hígado y riñones, y este tipo de productos pueden dañar dicha función».
Finalmente, hay que tener en cuenta que estos consejos son generales y válidos para pacientes sin patologías, pero en caso de sufrir alguna enfermedad es recomendable acudir a un especialista para que nos oriente sobre la dieta más adecuada en cada caso.