Desde la Asociación Nacional de Plantas Aromáticas alertan de un grave peligro al que se enfrentan 8.000 hectáreas de cultivos de lavanda de toda España. Desde Cogollor (Guadalajara), el presidente de ANIPAM, Abelardo Carrillo, ha explicado la nueva preocupación del sector. Se trata de una plaga de gusanos capaz de acabar con el lavandín en tal solo una noche.
Una de las especies invasoras más mortíferas
La plaga que ya afectó a la Provenza francesa el año pasado ha llegado a España y ha hecho saltar todas las alarmas.
“Estos gusanos, parecidos a los gusanos de seda, tienen una propagación explosiva y destacan por su voracidad. Se comen las flores y dejan los tallos de las plantas desnudos, sin esencia, y la única solución es la siega urgente de las plantas, para evitar su mortalidad” ha explicado Carrillo. En este contexto, Abelardo Carrillo considera imprescindible que se autorice la siega sin restricciones, ya que esperar hasta que exigen actualmente las administraciones puede resultar letal para los cultivos afectados por este problema.
La próxima semana tendrá lugar una reunión entre los productores afectados y la consejería, con el objetivo de encontrar una solución a la problemática que afecta al sector. Carrillo considera además que el gobierno regional debería colaborar en el conocimiento científico sobre esta planta, para poder reaccionar ante este tipo de especies invasoras con la urgencia que es necesaria en estos casos.
Alertan de la mortalidad de las plantas
El sector insiste en la necesidad de medidas urgentes. «Si cumplimos con la normativa actual y esperamos hasta cuando nos exige la JCCM, la mortalidad de las plantas va a ser brutal” señala la presidenta de Paisajes de Lavanda de Brihuega, Lorena Tirado. Además, considera que las administraciones no están apoyando a los lavandicultores: “se nos excluye de la ayuda de la sequía porque somos un cultivo permanente, a pesar de que nuestras plantaciones han sufrido muchísimo en los últimos años, con una mortalidad cercana al 30% de algunas de nuestras parcelas, que afecta a la producción de estas plantaciones en años posteriores».