sábado, 23 de noviembre de 2024
Presidente de Aidiscam (Asociación para la Integración de los Discapacitados de Castilla-La Mancha" 13/09/2012junio 13th, 2017

«El próximo 14 de septiembre, en la Feria de Albacete se conmemorará el Día de la Discapacidad. Un escaparate privilegiado para visibilizar que existe un colectivo, el de las personas discapacitadas, que en unos tiempos tan duros como los actuales, marcados por la crisis y la recesión económica, aún lo tienen más difícil que los demás.

Cada mañana que una persona con discapacidad se dispone a afrontar una nueva jornada, sabe que tendrá que hacer frente a dos barreras que no tienen que superar los demás, la propia de su discapacidad y la que le impone la sociedad, en forma de un estigma que les dificulta, incluso, lo más esencial, como es acceder a un puesto de trabajo. Un discapacitado sabe perfectamente a que me refiero, porque tiene que enfrentarse a una sociedad que, aún hoy en día, confunde discapacidad con inutilidad.


Para aquellos que aún no comprendan la diferencia entre estos dos términos, no se me ocurre mejor explicación que la que tuve ocasión de leer en una entrevista a Stephen Hawking, en la que su entrevistador le preguntaba cómo una persona que padece una esclerosis lateral amiotrófica ha sido capaz de convertirse en un brillante físico y divulgador científico de referencia: “No puedes permitirte estar discapacitado en espíritu a la vez que físicamente”.

Esta respuesta sintetiza la ilusión y el afán con el que hace tan solo unos meses nos reunimos un grupo de personas discapacitadas, familiares de discapacitados y educadores y trabajadores sociales que trabajan con personas con discapacidad.

De aquella reunión surgió la Asociación para la Integración de los Discapacitados de Castilla-La Mancha (Aidiscam), que hace suya la máxima de Hawking, proponiéndonos demostrar a nuestra sociedad que si el colectivo al que representamos está formado por discapacitados en relación con otras personas, de igual forma son personas sobrecapacitadas en otras áreas como son el tesón, el afán de superación y el espíritu para sobreponerse a cualquier dificultad.

Estos principios sustentan a Aidiscam, que también nació con una meta muy clara, hacer que se cumpla la Ley orgánica 30/1984 del 2 de agosto de medidas para la reforma de la Función Pública, que en  su disposición IXX recoge que en las ofertas de empleo público se reservará un cupo no inferior al 5 por 100 de las vacantes para ser cubiertas entre personas con discapacidad cuyo grado de minusvalía sea igual o superior al 33 por 100. De modo que, progresivamente se alcance el 2 por 100 de los efectivos totales de la Administración del Estado. Esto establece la Ley, pero en la actualidad existen administraciones que no consignan ni una sola vacante para este fin en sus ofertas de empleo público.

Por este motivo, me indignaría que mañana 14 de septiembre los representantes de las diferentes administraciones, cuando nos visiten para solidarizarse con nuestra causa en Feria, porque así lo establece el ‘calendario de la solidaridad de palabra’, volvieran a ‘regalarnos’ el mismo ejercicio de cinismo con el que nos han ‘obsequiado’ durante los últimos años, en los que hemos podido escuchar cómo, desde nuestra propia alcaldesa, pasando por sus concejales, el presidente de la Diputación, consejeros del Gobierno de Cospedal y la propia presidenta de esta región, garantizaban que todos los servicios de ayuda a personas discapacitadas se prestaban de la misma forman que antes y que, gracias a los recortes, se mantienen estos servicios con la misma calidad que antes e incluso mejor, a pesar de que se hace con muchísimo menos personas y con un descenso drástico de los fondos asignados.

En mi tierra, eso es engañar. Todos sabemos que con menos se hace menos, a pesar de que los representantes políticos nos aseguren que ellos pueden hacer más. A las pruebas me remito. Poco han hecho por la integración laboral de los discapacitados, pero es que además han aprobado recortes que aún nos hacen más difícil afrontar con garantías de éxito cada día que pasa. Recuerden que se debe actuar como marca la ley y la ética de una sociedad, que debe tener al colectivo de discapacitados como parte fundamental de lo que debería ser un estado del bienestar.

El actual gobierno ha realizado recortes brutales a una Ley que nos igualaba y que nos garantizaba la solidaridad del conjunto de la sociedad, entendida como un derecho, me refiero a La Ley de la Dependencia, que  en poco más de un año ha derogado en la práctica; a lo que se suman otras medidas como el copago (repago) farmacéutico y sanitario.

Al mismo tiempo los niños discapacitados han visto cómo los avances que se habían logrado para su inclusión educativa se ven amenazados con los nuevos reagrupamientos que volverán a llevarles a ser escolarizados en guetos. Sin olvidarnos de los discapacitados que sufren los impagos en y la falta de financiación de los CEE y los centros ocupacionales, ya de por sí precarizados al no cumplirse con la petición de que dejen de cobrar el SMI para tener un salario digno.

Para aquellos que mañana se hayan planteado realizar un nuevo ejercicio de cinismo, para mirarnos a los ojos y asegurarnos que para ellos somos lo primero y que van a garantizar las prestaciones sociales con menos recursos o que formamos parte de una línea roja que no tienen pensado cruzar, les voy a refrescar la memoria con unos datos.

En Castilla-La Mancha, según el Estudio de Situación y Análisis de las Personas con Discapacidad de Castilla-La Mancha, publicado por el Cermi, existen en la actualidad 64.000 personas discapacitadas, y en torno al 22 por 100 de los hogares de la Comunidad Autónoma cuentan con alguna persona con discapacidad entre sus miembros. Entre estas personas, a día de hoy, existen más de 4.000 demandantes de empleo en el colectivo de discapacitados.

Estos datos evidencian que la discapacidad nos afecta a todos, pues en uno de cada cuatro hogares de nuestra región conocen de primera mano que están haciendo las administraciones por las personas con discapacidad, nada.

Me conformaría con que si alguno de los representantes políticos que mañana tenga previsto dirigirse a nosotros, lee estás líneas, al menos tomará la decisión de tratar al colectivo de discapacitados con la dignidad que se merece, y recapacitase. Que antes de tomar decisiones tan importantes que implican a la convivencia y sostenimiento del bienestar de este colectivo, se reúnan con nosotros; con Aidiscam, con las organizaciones de discapacitados, con las federaciones que engloban a esas asociaciones, etc. Allí estaremos para que nuestros representantes reconsideren sus políticas y para recordarles a que les obliga la Ley. No cejaremos en nuestro empeño hasta que lo consigamos. Les volvemos a recordar que desde hace 30 años hay una ley que no se cumple y que ahora en estos tiempos tan difíciles es imprescindible que se cumpla. La tarea es ardua, pero no imposible.

Les recordamos que los avances que se hicieron en la discapacidad castellano-manchega fue fruto del dialogo con los discapacitados. Que no somos simplemente unas siglas. Detrás de cada organización, federación o asociación hay una persona, una familia con discapacidad y merecemos el respeto que hasta la fecha las instituciones privadas y públicas no han tenido en consideración darnos. Siempre tendremos las puertas abiertas a quienes quieran conseguir la plena integración social y laboral de los discapacitados. Y si rectificar es de sabios, señores y señoras gobernantes de esta comunidad… sean sabios».

Francisco J. Cebrián es presidente de Aidiscam (Asociación para la Integración de los Discapacitados de Castilla-La Mancha).

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