Los regantes de Castilla-La Mancha ahorrarán 7,6 millones de euros anuales gracias a la exención parcial del Impuesto Especial sobre la Electricidad (IEE) y a la reducción del sistema de módulos que estudia el Congreso, según estimaciones de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore).
La exoneración fiscal del impuesto eléctrico, que alcanza el 85 por ciento, permitirá a los regantes disminuir su factura en un 4,1%, que, unida a la reducción del esfuerzo fiscal, contribuirá a paliar la pérdida de renta experimentada por los agricultores como consecuencia de la modificación legislativa de agosto de 2013.
Concretamente, la rebaja del sistema de tributación por módulos, del que se beneficiarán miles de agricultores regantes, permitirá aliviar de su declaración el sobrecoste energético que supone pagar todo el año por un servicio que sólo utilizan durante la campaña de riego (de mayo a octubre) como consecuencia de un sistema tarifario «injusto y discriminatorio», han añadido las mismas fuentes.
Esta fiscalidad más favorable se enmarca dentro de las negociaciones de alto nivel que, con el Ministerio de Agricultura como gran mediador, mantiene Fenacore en los últimos años.
El objetivo de esta iniciativa es poner en marcha un paquete de medidas que permita suavizar el impacto de los sucesivas subidas de la electricidad en el regadío, «argumentadas con la excusa de cubrir el déficit de tarifa, que alcanza ya los 30.000 millones de euros» a nivel nacional.
Asimismo, los regantes reivindican una despenalización de los contratos de temporada, el pago por la potencia realmente utilizada y no por la máxima teórica contratada y la aplicación de un IVA reducido en el suministro eléctrico.