Trabajadores del Centro de Educación Especial ‘Virgen del Amparo’ de Guadalajara se han concentrado, este jueves, ante las puertas del colegio para denunciar una situación «insostenible» que vienen sufriendo desde hace meses. Reclamen a la Consejería de Educación más recursos personales y materiales y amenazan con continuar las movilizaciones si esto no se cumple.
Protestan por sobrecarga de trabajo
Con gritos de ‘Una, dos y tres, si no nos hacen caso, volvemos otra vez‘; ‘Sin recursos no hay inclusión’, y tras pancartas en las que se leía: ‘Fuera excusas, vergüenza de educación’, ‘Nuestros hijos tienen derechos’, o ‘¡Recursos materiales y humanos, ya!’, estos trabajadores, con el apoyo del comité, se han concentrado esta mañana para protestar por la «enorme sobrecarga de trabajo» que soporta el conjunto del personal.
Han salido a la calle porque en diciembre pasado les dijeron que los problemas se iban a resolver, pero han pasado ya unos meses y siguen padeciendo una importante «sobrecarga de trabajo» que está conllevando el «hartazgo» del personal. Señalan que actualmente existen 16 protocolos diferentes y niños con graves problemas de conducta que hay que atender.
El nivel de estrés laboral está afectando tanto a su salud física como psíquica, de ahí que desde el comité hayan insistido en la necesidad de que se incremente la plantilla del centro para poder dar un servicio de calidad y con seguridad para los niños. Necesitan al menos cinco auxiliares técnicos educativos, una persona más en cocina y que se cubra el turno de noche de los ordenanzas y así como otros dos puestos más; también falta personal de limpieza y medios materiales para un centro que es «una casa vieja que hay que renovar», ha denunciado.
Situación «insostenible»
Desde el comité han insistido en que la situación es «prácticamente insostenible». Además, señalan que el centro cada año incrementa su matriculación y «no llegan las soluciones», atribuyendo este problema a la falta de consignación presupuestaria
Con relación a las propias instalaciones, lamentan que solo se realicen «parches» e insisten en que el edificio se ha quedado obsoleto y las necesidades que demanda el alumnado actual han cambiado, de ahí que también hayan exigido una «reforma estructural» del centro o la construcción de uno nuevo que permita atender con calidad las nuevas demandas educativas del alumnado.
U