El barrio de Santa Teresa, en Toledo, le trae “muy buenos recuerdos” a Maite Puig, concejala de Familia, Accesibilidad y Festejos. De hecho, “trabajé aquí 12 años de mi vida y tengo muchísimas amistades, considero que es el barrio comercial de la ciudad por antonomasia, uno de los centros neurálgicos de Toledo y uno de los motores de la economía local”. Y por eso lo ha elegido, para mostrárselo a los lectores de «En Primavera, Toledo y su Provincia».
E incide en ello porque, recalca, “los comerciantes de Toledo son la prioridad del Gobierno municipal, especialmente los del barrio de Santa Teresa, y por eso hemos apostado por la iluminación, el asfaltado y otras obras realizadas en el barrio”.
Esa anécdota que le ocurrió a Maite Puig
El momento adecuado para comprar en esta zona… “Cualquiera, porque hay una importante oferta de todo tipo y para las personas adultas, para los pequeños… Puedes comprar, ir a la peluquería, arreglarte las uñas, adquirir un vestido…”.
Maite tiene muchas anécdotas de la época en la que trabajó en un establecimiento de la zona, “y aunque también fue divertido, pasé algo de miedo. Era una tarde en la que mi compañera atendía al público y yo estaba en la oficina, cuando entró un hombre con la cabeza llena de espuma de afeitar y un collarín de cartón… Mi compañera se quedó con él y yo llamé a la Policía. Me empezaron a preguntar y a preguntar y lo que yo quería era que los agentes vinieran. Luego el policía me dijo que lo que intentaba era tranquilizarme. Hasta que vinieron y se lo llevaron…”.
En la imagen, la concejala está acompañada por Francisco Albillos, de Librería Merlín; Antonio Fernández, de Toledeport; Carlos Molina, de Mapfre; María de los Ángeles Gutiérrez, de la boutique Tentación Toledo; Pilar Arredondo, de The Coloured Clap Toledo; Purificación López, de Rotos y Descosíos; Mari Carmen Ruano, de D’Nue Complementos; Inmaculada Herrero, de Charanga Toledo; e Inmaculada Romero, de 2h Peluqueros.