¿Cómo van las cosas, secretario? le pregunta Rajoy cada vez que coinciden. Y es que, cuentan las malas lenguas que el presidente del Partido Popular y ya presidente electo de los españoles, Mariano Rajoy, se interesa habitualmente por conocer la opinión del secretario general del PP castellano-manchego, Vicente Tirado. Los ejemplos cotidianos y los personajes que el político manchego utiliza para explicar los intríngulis de la política han traspasado fronteras y ni el propio Rajoy, tan gallego él, ha escapado a las enseñanzas de la tía Eusebia, la liebre en la madriguera o el cura que no tiene parroquia.
De todos los personajes de los que ha echado mano Vicente Tirado, que encuentra en la sabiduría popular y el paisanaje habitual de los pueblos manchegos la mejor cantera de ejemplos y explicaciones para las situaciones políticas más complejas y conflictivas, los más populares son su tía Eusebia, un cura que no tiene parroquia y las liebres.
Tirado es un hombre que cultiva las relaciones peronales y la cercanía y que ha demostado tener más olfato y sentido común que una buena parte de la artistrocria de su partido que se echó las manos a la cabeza cuando María Dolores de Cospedal decidió que fuera su número dos y hombre de confianza tras aterrizar en Toledo para tomar las riendas del PP castellano-manchego.
Las recetas de Tirado, el hombre que más poder reúne hoy en Castilla-La Mancha, salen de su experiencia vital, profesional y política en los pueblos.
Era junio del año 2006 cuando el presidente de las Cortes saltó al estrellato de la mano de la que hoy es presidenta de Castilla-La Mancha. Desde entonces, ni Cospedal ni el mismísimo Mariano Rajoy han escapado a la pedagogía manchega de la política y a los ejemplos prácticos que el número dos del PP pone a los suyos para hacer comprensibles sus estrategias políticas o las del enemigo.
«ESO VAS Y SE LO EXPLICAS A LA TÍA EUSEBIA»
El personaje más popular de todos es la tía Euebia, que no es ficticia, sino de carne y hueso. Existe, es realmente tía de Vicente Tirado y vive en La Mancha. Cuando el secretario general del PP no está seguro de que la ciudadanía vaya a entender un determinado discurso o un mensaje concreto siempre se hace a sí mismo y a los suyos la misma pregunta. ¿Eso lo entendería la tía Eusebia? Si la respuesta es no… A seguir dándole vueltas al asunto.
El personaje se ha hecho tan popular que el sanedrín habitual de Cospedal, especialmente en materia de Comunicación, y aunque no esté Tirado delante, acude a la tía Eusebia para cerciorarse de si algo se entenderá o no. «Esto no lo entendería la tía Eusebia» o «ahora vas y le explicas eso a la tía Eusebia» es como el pulgar para abajo de los césares. Si la tía Eusebia no lo entiende hay que volver a empezar.
«UN MINISTRO SIN TERRITORIO ES COMO UN CURA SIN PARROQUIA»
Cuentan que hasta el propio Rajoy se quedó con la copla del ejemplo del cura sin parroquia. ¿Qué le pasa a un cura sin parroquia? Pues que no tiene donde decir misa ni quién vaya a escucharle el sermón. Es decir, lo mismo que los políticos que no tienen territorio ni poder en el partido. Un político sin territorio donde mandar es como un cura sin parroquia.
Ser ministro no te vale de nada cuando las cosas se ponen feas en un partido si, además de la cartera, no controlas la organización, aunque sea en provincias. Pues eso, que «un ministro sin territorio es como un cura sin parroquia».
«A LA LIEBRE HAY QUE CAZARLA EN LA MADRIGUERA»
La esencia del éxito en política está en las liebres y sus madrigueras.
Tal como lo leen. En el campo todo el mundo sabe que para cazar una liebre hay que ir a la madriguera. Es decir, hay que ir a los pueblos y a los barrios, donde está la gente a contarle las cosas y venderles el mensaje. En definitiva, hay que practicar la cercanía para conseguir los votos y el respaldo popular.
Porque cuando la liebre echa a correr ya no hay quien la alcance. Que es más o menos lo que le ha pasado al PSOE el 20 de noviembre.