El consejero ha agregado que, «en tiempos de crisis, hay que hacer esfuerzos y ser solidarios con los que menos tienen», por lo que en Castilla-La Mancha se marcará «un umbral de renta en consenso con todos los colectivos para conseguir ese objetivo». Se trata de que, «durante estos dos años, que van a ser duros, esas familias que no pueden comprar sus libros a sus hijos estén tranquilas que la administración regional les va a pagar ese importe».
El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Marcial Marín, ha pedido a todas las familias que no puedan pagar los libros de sus hijos que «estén tranquilas», porque «ningún niño de la región» se va a quedar sin ellos por este motivo.
Así se ha pronunciado Marín a preguntas de los periodistas en Toledo sobre las negociaciones que mantiene su departamento con los directores de los centros, las asociaciones de padres y los libreros sobre el umbral de renta mínimo para la gratuidad de los libros.
El consejero ha afirmado que la «obsesión» que le ha trasladado la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, es que «ningún niño que no se pueda pagar los libros pueda dejar de tenerlos, les vamos a garantizar que los puedan tener».
Y ha agregado que, «en tiempos de crisis, hay que hacer esfuerzos y ser solidarios con los que menos tienen», por lo que en Castilla-La Mancha se marcará «un umbral de renta en consenso con todos los colectivos para conseguir ese objetivo».
Se trata, según Marín, de que, «durante estos dos años, que van a ser duros, esas familias que no pueden comprar sus libros a sus hijos estén tranquilas que la administración regional les va a pagar ese importe».
Por otro lado, preguntado por los problemas que están teniendo algunos colegios de la región, como cortes de luz ante la imposibilidad de hacer frente al pago de las facturas, ha dicho que tienen conocimiento de esto y «están en ello».
Y ha recordado que, cuando el PP llegó al Gobierno Regional, no se habían pagado los gastos de funcionamiento «ni de parte del curso anterior ni del pasado», por lo que la nueva administración tuvo que pagar 17 millones de euros «para pagar la luz, el teléfono y los gastos de mantenimiento de 1.260 centros que Barreda y su gobierno dejaron de la mano de Dios, olvidados».
En este sentido ha indicado que, aunque las circunstancias económicas no son «lo halagüeñas que quisiéramos», para el Gobierno de Cospedal «es una prioridad que, en breves días, esas incidencias estén cubiertas y garanticemos lo básico».
En cuanto a la Ley de Autoridad del Profesorado de Castilla-La Mancha, que previsiblemente verá la luz en el primer trimestre de este año, Marín ha valorado que el nuevo ministro del ramo, José Ignacio Wert, haya anunciado que quiere hacer una ley similar a nivel nacional.
Según Marín, esto demuestra que Castilla-La Mancha «lleva ya mucho terreno ganado en este ámbito», así como en el terreno de la lucha contra el fracaso escolar, donde el objetivo es dejar atrás la tasa del 33 por 100 para conseguir bajar hasta el 15 por 100 en 2020.