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artículo de opinión 12/04/2013junio 13th, 2017

El ‘nuevo’ modelo de oficina de Empleo de Quintanar de la Orden tardará 3,7 años en atender a las 6.285 personas desempleadas de la localidad y su comarca.

«Casi dos años ha tardado la Consejera de Empleo de Castilla-La Mancha en enterarse de que existen las oficinas públicas de empleo, que tienen un importantísimo cometido y que en ellas conviven dos administraciones, la nacional y la regional.


Ha tardado tanto en conocer la realidad que hace como si la acabara de inventar ella.

Ayer mismo nos presentó un «nuevo modelo de oficina de Empleo» que se dedicará, dijo a «analizar, clasificar y evaluar a cada uno de los demandantes de empleo, estudiar sus necesidades y orientarles con itinerarios personalizados, garantizando de esta forma el resultado hacia el objetivo de incrementar su empleabilidad, con el fin de tener más oportunidades para conseguir un empleo»

Más vale tarde que nunca, señora Casero: con esta frase describe la Ley de Empleo 56/2003 las funciones de los servicios públicos de empleo.

Aunque desde mucho antes las oficinas públicas de empleo vienen desarrollando tanto los itinerarios personalizados como el asesoramiento al «emprendimiento», otra palabra que la Consejera cree haber inventado y que tanto han manoseado.

Quizá por ello, al presentar ayer su «nuevo modelo de oficinas» hizo especial hincapié en el «emprendimiento». Lo cual no deja de ser chocante, pues la semana pasada ella misma redujo 1,5 millones de euros el presupuesto de las ayudas de autoempleo; reducción que se añade a los 10 millones que ya recortó el año anterior.

En el tiempo en que lleva en el cargo, la consejera de empleo y economía también ha recortado un 75% el presupuesto de las políticas de empleo.

Cuando más necesaria es una apuesta decidida para ayudar a los 300.000 parados de la región y para paliar las dramáticas situaciones de las 130.000 personas que no perciben ningún tipo de prestación ni subsidio, la única política de empleo ha consistido en fulminarla.

Lo primero que hizo fue suprimir el Servicio Público de Empleo de Castilla-La Mancha (SEPECAM); a continuación despidió a todos los orientadores laborales; prescindió también de los agentes de desarrollo local; suprimió el servicio SEPECAM-Empresas (y a todo su personal)…

Ayer se fue a Quintanar de la Orden a inaugurar su «nuevo modelo de oficina de Empleo».

La oficina en la que se presenta este «nuevo modelo» cuenta con cuatro personas, un director, dos auxiliares y un técnico de empleo, que tendrán «analizar, clasificar y evaluar a cada uno de los demandantes de empleo, estudiar sus necesidades y orientarles con itinerarios personalizados, garantizando de esta forma el resultado hacia el objetivo de incrementar su empleabilidad, con el fin de tener más oportunidades para conseguir un empleo».

Teniendo en cuenta que el director dirige; que los auxiliares analizan, clasifican y evalúan, y que el técnico tendrá que dedicar un mínimo de una hora a estudiar las necesidades y orientar a cada uno de lo demandantes.

Que se da la circunstancia que el número de demandantes de empleo de Quintanar y comarca a los que tendrán que atender esas cuatro personas asciende a 6.285 personas.

Y teniendo en cuenta que la jornada anual de los trabajadores de la Administración regional asciende a 1.665 horas/año

Resulta que el «nuevo modelo de oficina de Empleo» de Quintanar de la Orden va a tardar más de tres años y medio en «analizar, clasificar y evaluar a cada uno de los 6.285 demandantes de empleo, estudiar sus necesidades y orientarles con itinerarios personalizado».

¿Más vale tarde que nunca?».

Lola Santillana, secretaria de Empleo de CC.OO. CLM.

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