El presidente de la Diputación de Ciudad Real, Nemesio de Lara, acompañado de alcaldes y concejales de la comarca de Montiel, han conocido hoy el nuevo sistema de recogida de carga lateral de residuos solidos urbanos que va a implantar de forma inmediata el Consorcio de Residuos Sólidos Urbanos (RSU).
De Lara, que ha visitado las instalaciones del RSU en Almagro (Ciudad Real), se ha mostrado sorprendido por este sistema de recogida que contribuirá a ahorrar costes y que se implantará progresivamente en toda la provincia en los próximos meses.
El presidente de la institución provincial ha mostrado su satisfacción por el trabajo que está desarrollando en el Consorcio desde lo público con criterios de eficiencia y eficacia.
Ha explicado que la financiación de este nuevo modelo de recogida correrá a cargo de la Diputación, que destina al RSU 500.000 euros para inversiones y 3,5 millones para gastos corrientes.
«El tratamiento de los residuos urbanos no es lo que más vende políticamente, pero cualquier alcalde tiene asumido como obligación moral estar al pie del cañón para que se viva saludablemente en sus pueblos», ha dicho De Lara, quien ha recordado que la Diputación, aunque no tiene competencias en la materia, como ocurre con el empleo y las ayudas sociales, sí tiene el deber moral de intervenir.
Esto, ha asegurado, «constituye un ejemplo más de la importancia de la existencia de las Diputaciones, sin cuyo apoyo los ayuntamientos de pueblos pequeños no podrían salir adelante».
De Lara ha explicado que este nuevo avance supone la sustitución de los contenedores existentes por otros de mayor capacidad y adaptados a la nueva forma de llevar a cabo la retirada de residuos urbanos y que se han adquirido, además, tres camiones y un camión satélite para llevar a cabo la recogida.
Ha añadido que no es casualidad que se empiece por el Campo de Montiel, ya que se trata de una comarca deprimida cuyos municipios son pequeños.
De Lara ha comentado que el nuevo sistema supone una reducción significativa del número de contenedores, que van a pasar de 1.400 a 650 en 17 pueblos, pero que ello no supondrá, ha aclarado, que haya menos capacidad de volumen receptor ya que, por el contrario, se incrementa en un 25 por ciento.
Ha añadido que los contenedores son más seguros, porque no tienen ruedas y están estabilizados en un lugar muy concreto, que evita riesgo a los trabajadores y que se mejora también la vida urbana de los pueblos porque se va a tratar «por todos los medios» que hayan puntos exclusivos donde estén los contenedores y que habrá menos espacios ocupados, por lo que resultará más cómodo para los ciudadanos.
Igualmente, ha explicado que se trata de generalizar una técnica que ya se emplea en muchos lugares del país y que comporta muchas ventajas aunque también disminución de efectivos, si bien ha sido categórico al que «están garantizados todos los puestos de trabajo».
Al respecto, el presidente del RSU y diputado provincial, Nicasio Peláez, ha indicado que los cuatro trabajadores afectados por la implantación de la recogida lateral se encargarán de realizar nuevas funciones en la planta de Valdepeñas.
De ahí que el cambio de sistema se aborde dentro de un clima de consenso y entendimiento al que se ha llegado porque la toma de decisiones se materializa por unanimidad.