Una campaña de Cáritas recoge tapones de plásticos entre 70 centros escolares de Talavera y su comarca. Pero además, otros colegios y centros de atención a la infancia también recogen tapones para apoyar diversas causas solidarias entre ellas la de Aitana, una niña enferma de Zaragoza; y la de Gonzalo, un niño sevillano con una lesión cerebral.
Un solo gesto, el de desenroscar un tapón de plástico de cualquier recipiente y no arrojarlo al cubo de la basura, sino guardarlo y depositarlo luego en un contenedor o caja instalados en numerosos centros educativos de Talavera, puede cambiar la vida de numerosas personas. Pero no sólo eso, es una forma también de proteger el medio ambiente, ya que estos tapones de plástico van a ir a parar a una planta de reciclaje, con lo que nos aseguramos que su destino no sea cualquier vertedero o la propia naturaleza. Pero, vayamos al grano.
En Talavera son muchos los centros escolares que participan en la recogida de estos simples artículos (que los hay de mil formas, tamaños y colores), sólo tienen que cumplir el requisito de estar elaborados con plástico. Una de las campañas de recogida de tapones de plástico es la que ha puesto en marcha la organización Cáritas Interparroquial en Talavera y la comarca. Para ello han instalado contenedores en 70 colegios de la zona donde los alumnos, así como los profesores o trabajadores de los centros pueden depositar los tapones que irán a parar a una planta de reciclaje, y cuyo valor Cáritas destinará a la compra de alimentos y a la atención de los casos más urgentes de familias o personas necesitadas.
La iniciativa denominada «Un tapón de plástico, pan para una familia» la ha contado a encastillalamancha.es la presidenta de Cáritas en la ciudad de la cerámica, Marta Rolandelli, quien ha destacado la «buena acogida» que ha tenido esta iniciativa entre los centros participantes. «Se han volcado con nosotros, incluso nos han llamado antes de llevar los contenedores para decirnos que si podíamos pasar a recoger porque ya tenían bolsas y cajas con tapones de plástico recogidos».
La organización interparroquial envía estos tapones a una planta de reciclaje. La venta de estos tapones supone que por cada tonelada Cáritas obtiene 300 euros.
El mismo dinero es el que obtienen otras iniciativas solidarias que también echan mano de la recogida de tapones de plástico. Es el caso de la niña de 10 años Aitana, una pequeña de Tarazona, un pueblo de Zaragoza, que tiene una cardiopatía congénita y necesita varias intervenciones para poder sobrevivir. Dos de esas intervenciones ya se las han realizado en Boston, pero aún le falta al menos una operación. El movimiento ciudadano ha movilizado a numerosos colectivos de toda España que están recogiendo tapones para apoyar a Aitana. Este es el caso del Centro de Atención a la Infancia «Julián Besteiro», de Talavera, donde ya se han recogido varios kilos de tapones.
También otro colegio talaverano, en este caso el «Lope de Vega» ha participado en la recogida de tapones de plástico que tenían como objetivo sufragar los gastos para ayudar en el tratamiento de Gonzalo, un niño de dos años y medio de Sevilla, que nació con una lesión cerebral debido a la falta de oxígeno y al que tienen que operar en Filadelfia.
RECOGIDA DE ALIMENTOS
Cáritas ha puesto en marcha también otra campaña, aunque esta está en fase de prueba para ver cómo funciona, según ha destacado la presidenta de la organización en Talavera. Se trata de la recogida de alimentos en diferentes supermercados de la ciudad. Esta recogida se realiza a través de la instalación de unos contenedores en los establecimientos comerciales, donde los clientes pueden depositar alimentos de primera necesidad y no perecederos.
De momento se han instalado unos ocho contenedores, ha explicado Rolandelli, quien destaca que esta campaña no ha tenido tanta aceptación como la de los tapones de plástico, y es que hay cadenas de establecimientos cuya política es la negativa a instalar estos contenedores. Entre las cadenas de establecimientos colaboradoras figuran los supermercados Ahorramás, Día y La Despensa, mientras que entre las cadenas que han rechazado la colaboración están Mercadona y Carrefour.
Desde la organización católica hacen hincapié en la necesidad de la colaboración ciudadana para poder hacer frente a la gran demanda de alimentos, así como ropa y calzado que se registra día tras día en las instalaciones de Cáritas.