A pesar de que los Montes de Toledo cautivan con su esplendor natural, también esconden tesoros culturales y etnológicos que merecen ser descubiertos. Aunque están cerca de la capital provincial, los 35 municipios que componen la comarca de los Montes de Toledo, han sabido preservar y promover importantes instituciones culturales.
Un Museo que nos trasportan a Siberia y Asia
El Grupo de Desarrollo Rural Montes de Toledo, en su afán por poner en valor el patrimonio cultural e histórico de la comarca, ha colaborado en la financiación para equipar algunos centros de interpretación, como es el caso del Centro de Interpretación Jacinto Guerrero de Ajofrín, el Centro de Interpretación de Guarrazar en Guadamur y el Centro de Interpretación Molino Villapalos en Menasalbas.
Además, sumergiéndonos en un emocionante viaje por los museos etnográficos de los Montes de Toledo, destaca el fascinante Etnomuseo Siberia en Las Ventas con Peña Aguilera y Polán. Este espacio nos transporta a las viviendas de Siberia y Asia Central, una referencia para antropólogos y curiosos interesados en la forma de vida de estos pueblos más allá de los Urales.
También Santa Ana de Pusa, que brilla con el Museo Etnográfico del Canchar, una joya dividida en dos apartados que exhiben utensilios del campo y el hogar, junto con documentos de la época, así como objetos y herramientas agrícolas en el exterior del edificio.
Casasbuenas, por su parte, inicia un proyecto para restaurar una casa y crear su propio Museo Etnográfico, rescatando bienes muebles donados por los vecinos y restaurando arcones, mesas de despacho y otras piezas que evocan la historia del pueblo.
Yacimiento Visigodo de Guarrazar
Guadamur alberga el Museo de Costumbres Populares Montes de Toledo, con una exposición permanente que muestra utensilios y manifestaciones materiales del patrimonio popular de los 35 pueblos de la comarca, ofreciendo una mirada única sobre cómo vivían las comunidades rurales de antaño. Además, Guadamur se enorgullece de presentar el Centro de Interpretación de Guarrazar y el Yacimiento Visigodo de Guarrazar, ambos destinos imprescindibles para entender la importancia histórica de esta pequeña región peninsular.
En Mora, desde 1999, un inmueble singular se ha convertido en el hogar del Museo del Aceite Felipe Vegue, un tributo a la importancia económica e histórica del cultivo de la aceituna en la comarca. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de visitas guiadas y catas de los distintos aceites producidos en la zona, un auténtico placer para los sentidos.
En la localidad de Menasalbas, destaca su Museo Etnográfico creado en la década de 1990 en el que encontramos objetos aportados por los propios vecinos de la localidad de los siglos XIX y XX. Además, los molinos de agua de la localidad, situados junto a pequeños cauces, son un recordatorio de la economía y la dieta tradicional de los monteños.
La inauguración hace unos meses del Centro de Interpretación Molino Villapalos completa este esfuerzo por poner en valor estos importantes elementos del patrimonio local, aunque todavía se pueden observar ruinas de molinos en localidades vecinas como Navahermosa, San Pablo o Villarejo de Montalbán.
Admirar el esqueleto de una ballena
Los Yébenes, famosos por su tradición cinegética, presentan una gran oferta museística centrada en la naturaleza. El Museo de la Caza y la Naturaleza, gestionado por la afamada familia de taxidermistas Garoz, ha posicionado a esta localidad como referente cinegético y turístico.
Además, Los Yébenes cuenta con el Museo de Ciencias Naturales (MCNLY) que alberga el esquelto de una ballena y la recién inaugurada Hoploteca-Museo de Armas Antiguas, ambos de gestión municipal y con piezas de gran relevancia histórica.
En Totanés, la Casa de Cultura alberga el Museo Paleontológico-Arqueológico Ildefonso Recio, que ofrece una variada muestra de minerales y rocas, así como un profundo estudio realizado por el ingeniero agrónomo toledano.
Trasladarse a la época romana, árabe o a la reconquista cristiana…
Por otro lado, Consuegra, una localidad con una rica historia, resalta con el Museo Arqueológico, que atesora una importante colección de épocas romanas, árabes y la posterior reconquista cristiana liderada por las tropas de Alfonso VI. La relevancia de sus colecciones fue tal que participaron en el segundo centenario del Museo Arqueológico Nacional con publicaciones sobre sus fondos y conservación.
Ajofrín, por su parte, rinde homenaje a uno de sus personajes más ilustres, el célebre compositor de zarzuelas, Jacinto Guerrero, a través del Museo Jacinto Guerrero. Este pequeño espacio expositivo, inaugurado en 1995 gracias a la iniciativa de la Diputación de Toledo y la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, se encuentra ubicado actualmente en las dependencias municipales, aunque hay planes para trasladarlo a la hermosa casa de estilo mudéjar del compositor.
Finalmente, Urda acoge los lienzos y esculturas del artista menos reconocido, Cecilio Guerrero Malagón, cuya obra se equipara a la de grandes figuras como José Gutiérrez Solana o Rafael Zabaleta. El Museo Cecilio Guerrero Malagón nos sumerge en la evolución artística del pintor urdeño, desde sus primeros dibujos y óleos de aprendizaje hasta sus últimas obras.
Los Montes de Toledo, más allá de su exuberante naturaleza, se erigen como un destino cultural y etnográfico de incalculable valor. Sus museos, como guardianes de la historia y las tradiciones, invitan a los viajeros a sumergirse en un emocionante viaje en el tiempo, donde pasado y presente convergen para revelar los secretos de esta fascinante comarca española.