El Gobierno de Castilla-La Mancha va a aprobar una nueva legislación contra uno de los problemas que más «se ceba con la población vulnerable, sobre todo con los jóvenes», el juego y las apuestas, y por ello va a impedir que se expidan nuevas licencias de apertura de casas de apuestas y locales de juego en la región en los próximos cuatro años.
Así lo ha expresado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, durante un acto en Cuenca, donde ha dicho que la anterior legislación ya ha permitido la reducción del 14,5% de este tipo de locales, pero quieren ir más allá, y no solo van a impedir el número de licencias, sino que van a reducir el número máximo de máquinas tragaperras. La moratoria a las casas de apuestas será aprobada en el Consejo de Gobierno del próximo martes.
«Es una decisión en relación a un problema que habíamos detectado y es preocupante por la influencia que tiene sobre todo en la población más débil, que de una otra manera se desabrochó en España y le pusimos coto en Castilla-La Mancha», ha comenzado explicado Page, para decir que se va a establecer un «parón absoluto» en las nuevas licencias a locales de apuestas.
De 300 a 100 tragaperras al año
Además, se va a establecer a bajar el máximo de licencias anuales que se conceden para máquinas tragaperras. Actualmente, estaba en 300 y ahora será de 100. «Supone reducir cada año 200 máquinas«, ha recordado Page, quien ha remarcado el interés de su gobierno en «combatir las adicciones», sobre todo esta que afecta a «los sectores sociales más débiles, vulnerables y sobre todo a los jóvenes», ha sentenciado.