El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que este miércoles deja la Presidencia de la Asamblea de las Regiones Europeas Vitícolas (AREV) tras siete años al frente, ha ofrecido Toledo como sede para una futura sesión plenaria de este organismo.
Así lo ha dicho este miércoles durante su intervención en la sesión plenaria de la AREV, que se celebra en el Palacio de Cultura de Iasi (Rumanía).
Page ha opinado que Europa «se encamina hacia un nuevo equilibrio, una nueva senda» en la que ha propuesto que la AREV sea «el puente de conexión entre distintas regiones para que se puedan redactar formular y proyectos conjuntos entre regiones».
De este modo, ha citado proyectos conjuntos entre Moldavia y Castilla La Mancha o entre la región de Borgoña con La Rioja, puesto que los proyectos entre dos o tres regiones son «hoy los mejor valorados en la Comisión Europea», y que además, «redunden en beneficio de la investigación, de la comercialización y la producción del vino».
«Cambio de sensibilidad»
Por otro lado, ha afirmado que «tras muchas conversaciones» con el comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, y con distintos comisarios de la Unión Europea, en los últimos meses ha apreciado «un cambio de sensibilidad, que va a hacer que probablemente en los próximos años se puedan defender los intereses del vino frente a las amenazas que están siempre presentes, con algo más de normalidad y con algo más de seguridad».
«Europa se encamina hacia un nuevo equilibrio entre el concepto de la sostenibilidad, que ha presidido la Unión Europea en los últimos años, hacia un equilibrio mayor en el que se entienda la sostenibilidad no solo como una sostenibilidad ambiental, sino que también como sostenibilidad social y sostenibilidad económica», ha asegurado Page, que ha reivindicado una defensa de los intereses económicos y sociales de los pueblos.
La AREV es un foro que agrupa tanto a representantes políticos de unas 75 instituciones regionales europeas como a representantes del ámbito profesional regional.