El líder regional de UGT, Carlos Pedrosa, echa «en falta» que en el PSOE de Castilla-La Mancha «haya alguien un poco más radical» y dice que pretender comparar a Bono y Page es «sumar peras y manzanas», ya que el primero pertenece a una época que ya acabó y Page es un político actual, igual que Cospedal.
Pedrosa ha realizado estas declaraciones a Efe en relación con los procesos congresuales del PSOE y antes de la reunión que los secretarios regionales de UGT y CCOO mantienen, esta mañana, con el coordinador de IU en Castilla-La Mancha, Daniel Martínez.
El secretario regional de UGT ha subrayado que el secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, podrá «tener cosas que a uno le gustan más o menos», pero en ningún caso es «una persona radical ni está en la trinchera».
«Ya echo yo en falta que en la izquierda de Castilla-La Mancha haya alguien un poco más radical», ha dicho Pedrosa que lamenta que el PSOE se haya «alejado» en los últimos años de sus bases y su electorado «natural».
En cuanto a comparativas entre Page y el exministro José Bono, Pedrosa asegura que no se pueden comparar como tampoco se pueden «sumar peras y manzanas».
«Bono, como Felipe González, el difunto Manuel Fraga, Jordi Pujol y otros políticos europeos como Miterrand, salvando las diferencias, son políticos de una época determinada, que ya ha acabado, guste más o menos a los que ya peinamos canas», asegura Pedrosa, y Page y Cospedal son políticos actuales.
Tampoco entra a comparar a Page y Barreda: «más allá de que pertenecen al PSOE no admiten mucha comparación en términos de gestión y criterios de administración».
Por otra parte, Pedrosa ha mostrado su inquietud ante «ciertos tics» en los Gobiernos central y autonómico cuando pretenden «desligitimar» a las organizaciones sindicales más representativas, porque lo que hacen es «dinamitar la credibilidad del sistema».
«Quien a estas alturas no tenga claro que desde hace varios años hay una estrategia concreta en el país destinada a minar la credibilidad social adquiridad por CCOO y UGT en los últimos 30 años es que está ciego. Se han publicado demasiadas mentiras y demasiadas medias verdades, que son las peores de las mentiras, sobre CCOO y UGT como para no pensar ésto», reflexiona Pedrosa.
En este sentido, recuerda que el ámbito político emana de la Constitución española, pero también lo hace el mundo sindical, y «la imagen de guerra de guerrillas» que se está dando a la sociedad, con los políticos colocando en la «diana» a los sindicatos, es «preocupante».
Pedrosa considera que algunas afirmaciones se hacen «por falta de experiencia e incluso por falta de formación democrática en algunos políticos que nos gobiernan», pero insiste en su temor por lo que suponen «de demolición progresiva del sistema».
El responsable regional de la UGT no se niega a hacer una autocrítica y dice que los sindicatos deben mejorar, ante todo, su presencia en los centros de trabajo.
En este sentido, avisa de que los progresos congresuales de CCOO y UGT este año y el próximo serán trascendentales para adaptarse al siglo XXI y a la nueva realidad social y laboral de España.
Pedrosa, que «a estas alturas» no cree en «revoluciones», matiza que de forma «inevitable» la propia situación económica llevará a una «revisión» de las estructuras sindicales como ahora se conocen.
En el aspecto económico, no oculta que la situación de UGT en Castilla-La Mancha es «muy complicada» porque la Junta les debe casi 4 millones de euros de los programas de orientación laboral y formación del año 2011 y parte de 2010, lo que supone todo su presupuesto anual.
«Llevamos un año sin ver un duro y estamos funcionando con el dinero de las cuotas. Si la Junta no nos paga y hemos aguantado un año es porque sí vivimos de nuestras cuotas», responde.
Defiende que a esos programa acceden los sindicatos y organizaciones empresariales en base a su representatividad, pero también deja claro: «yo firmo mañana mismo que todas las políticas de orientación laboral y formación no las hagamos los sindicatos y la patronal y que las haga el propio Gobierno».
En todo caso, el Gobierno regional «ha cerrado el grifo» a estas políticas de formación tanto para los sindicatos como para la patronal.