«La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha no es coherente, y no lo es porque no es sincera en las preocupaciones que manifiesta. El desprestigio de los profesionales de la sanidad pública, es útil a la liquidación de la sanidad como servicio público, favorable a la privatización de un derecho civil, al negocio que antepone el beneficio y la rentabilidad al paciente, el cliente a la persona enferma.
Por eso, esta Consejería implementa reiteradamente la misma estrategia: el desprestigio del profesional. Acude frecuentemente, esta Consejería, a la vena populista, a la vena «social», cuando el último objetivo que persigue es nítidamente «antisocial»: privatización, externalización, de aquellos instrumentos asistenciales de los que el contribuyente y el ciudadano se ha dotado como Servicio Público.
Quizás siguiendo el manual de aquel maestro florentino que se inspiró en César Borgia, nuestra Consejería (nuestro consejero) procede sistemáticamente a desprestigiar a los profesionales sanitarios cuando de recortar servicios a los pacientes se trata. El fin justifica los medios.
Si lo que persigo es suprimir PAC, los servicios de urgencias de atención primaria, y dejar sin esta cobertura a los ciudadanos, entonces digo que los PAC son «casas de socorro», y que sus profesionales de guardia no están siempre despiertos. Confundiendo la atención continuada con la emergencia, intento despistar.
Ni aun así, los ciudadanos, los pacientes, se dejan engañar y siguen protestando. Ya están encerrándose, como medida de protesta, en Ayuntamientos y centros de salud contra el cierre de sus PAC.
De manera que al final, esta Consejería tiene que recurrir al «trágala», a la imposición sin justificación que merezca tal nombre. Ahí están los datos: se van a gastar mas dinero en publicidad y autobombo, que lo que cuesta mantener los 21 PAC que van a cerrar.
Ahora interesa a esta Consejería sacar a la palestra «peonadas», y resaltar como norma de funcionamiento, lo que en todo caso habrá sido excepción, responsabilidad de quien desde la «gestión» lo haya permitido, si es que ha sido así.
Procede e interesa desprestigiar al profesional de la sanidad pública, a toda costa, antes de recortar, amputar y vender esta sanidad pública al peor postor. Y sin embargo esta Consejería se calla y oculta lo que si es norma de funcionamiento en la atención primaria de nuestra Comunidad, bajo responsabilidad exclusiva de su gestión actual: los excesos ilegales de jornada de los profesionales de los Equipos de atención primaria, que sobrepasan con creces los límites establecidos por la legalidad nacional y europea.
¿Peonadas no, pero jornadas ilegales sí? Esto, a esta Consejería, ¿no le interesa denunciarlo? ¿Interesa, acaso, ocultarlo y ampararlo? ¿Por qué? Porque esto si favorece el objetivo principal: la liquidación del Servicio público de salud, el cese de personal (porque al que queda se le acumulan jornadas ilegales), el cierre de servicios, las listas de espera, el deterioro. Esto sí es bueno para el negocio del capitalismo salvaje. Estos excesos ilegales, conocidos por la Administración, no solo se permiten, sino que cabe adivinar que sean instrumento y palanca para cesar a otros profesionales interinos, por ejemplo, los profesionales PEAC, y cerrar servicios».
Amepeac Toledo (Asociación de Médicos y Enfermeros PEAC de la provincia de Toledo).