La plantilla de las dos factorías que tiene Mission Foods Iberia en Borox (Toledo) se plantea convocar una huelga, ante la insistencia de la empresa en aplicarles un convenio colectivo impropio de su actividad y de otra provincia.
Comisiones Obreras ha explicado que Mission Foods, que forma parte de la multinacional mexicana Gruma y se dedica a la elaboración de panes planos y productos de harina de maíz típicos mexicanos, tiene unos 350 empleados en las dos plantas de Borox, a los que aplica el convenio colectivo de bollería de Madrid.
Una diferencia de «200 horas» trabajadas anuales entre una parte de la plantilla y otra
Además, está aplicando el convenio «de una forma cuando menos peculiar», ha apuntado el sindicato,» ya hubo un conflicto laboral, porque la empresa mantenía diferentes condiciones laborales en las distintas secciones de cada una de sus dos centros de producción, a los que denomina Borox 1 y Borox 2″.
Así, mientras una parte de la plantilla trabajaba seis días y libraba cuatro, la otra trabaja seis y libraba dos, y aunque la duración jornada diaria era distinta, en cómputo anual la diferencia entre unos y otros se acercaba a las 200 horas, además diferentes condiciones para la conciliación, los diferentes gastos en trasporte y los diferentes tiempos de desplazamiento de unos y otros, ha precisado CCOO.
El conflicto suscitado por esta doble escala de jornada laboral se resolvió en una mediación instada por Comisiones Obreras, en un acto en el que el sindicato emplazó a Mission Foods a abordar el problema que supone la aplicación en Borox de un convenio de otra provincia y ajeno a la actividad real de la empresa.
10 días mas de plazo a Mission Foods
El secretario de Organización de CCOO-Industria de Toledo, Jesús Roldán, ha explicado que se le planteó a la empresa la opción de acogerse al convenio de panaderías de Toledo, negociando y acordando las adecuaciones que fueran precisas o bien entablar la negociación de un convenio propio para sus centros de trabajo de Borox.
Unos días después, la empresa se comprometió con el sindicato a abordar las negociaciones antes de finalizar el mes de septiembre, que ha acabado «sin que hayamos tenido ninguna noticia», ha afirmado Roldán.
Ante el silencio de la empresa, el sindicato ha venido a lo largo de esta semana pasada celebrando asambleas en diferentes horarios para escuchar y atender a los trabajadores de todos los turnos, y ha decidido dar a Mission Foods diez días más de plazo «para que dé señales de vida y se siente a negociar», ha severado el responsable sindical.
Roldán ha avanzado que si en estos diez días no hay movimientos por parte de la empresa se solicitará mediación previa a la convocatoria de huelga.
No obstante, ha puntualizado: «Ni el sindicato ni los trabajadores queremos el conflicto. Fuimos capaces de resolver con acuerdo el problema de la doble escala de jornada y creemos que ese es el camino para afrontar la situación tan irregular que supone la aplicación de un convenio de otra provincia y de otro sector».
«Esto no se puede prolongar eternamente», ha considerado Roldán, quien ha sentenciado: «Si hay que ir a la huelga, iremos a la huelga».