lunes, 25 de noviembre de 2024
03/12/2012junio 13th, 2017

«En estos tiempos de crisis, se habla de muchas cosas: familias enteras en paro, gente que pasa hambre, la crisis de la deuda y del euro, subida del I.V.A., los recortes en Educación, Sanidad (incluyendo el copago en esta materia), pensiones, que ya se saben que para el año próximo no serán actualizadas como venía siendo habitual, aunque lo habitual ahora son las mentiras del Gobierno del PP incumpliendo sus promesas electorales…pero también hay otro drama: el recorte en la información y la Libertad de Prensa.

Según el artículo 20.a. de la Constitución Española «se reconoce el derecho a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción» y por tanto, queda claro que la libertad de prensa está permitida en este país.


Actualmente estamos inmersos en una sociedad que muchos denominamos como «la Sociedad de la Información» pero ¿qué tipo de información es la que recibimos?. A mi juicio, estamos en unos momentos donde más que informarnos se nos está «ideologizando» puesto que hay ciertos periodistas que ya nos ponen difícil el poder ver quién es el periodista y quién el político y no considero que haga falta poner nombres puesto que sabemos sus nombres y apellidos, dónde están, quiénes son y cómo son.

Si consideramos todos que estamos en una sociedad abierta y ante todo plural (la mencionada Constitución reconoce el pluralismo ideológico y político), estoy seguro cuando digo que esto no se está cumpliendo actualmente en el mundo del Periodismo donde cada vez más están aflorando cadenas de televisión, radio así como periódicos de una tendencia en detrimento de la otra aunque a mi modo de ver, el periodismo de calidad debe ser aquel que garantice la objetividad y la imparcialidad y que por tanto, lo único que persiga es informar y no adoctrinar o convencernos de aquello que la editorial del grupo de comunicación correspondiente quiera.

Aprovecho estas líneas para lamentar profundamente la situación precaria por la que muchos periodistas pasan actualmente en este país así como aquellos obreros de la información despedidos en las últimas fechas pues ellos son también víctimas de esta crisis del Capitalismo sin precedentes en el mundo.

No perdemos sólo a grandes periodistas sino que perdemos en capital humano, en experiencia, en sapiencia y sobre todo en derechos, democracia y libertad dado que estamos en manos de poderes fácticos que se están haciendo dueños de todo sin contar con todos haciendo y deshaciendo a su antojo utilizando cual marionetas a todos los ciudadanos del mundo y en especial, de nuestro país donde el número de parados ronda oficialmente los seis millones de parados (son más si incluimos a los que no están dados de alta en las oficinas de empleo) entre los que se encuentran un gran número de periodistas de todas las edades, cuyas expectativas de trabajo al menos a corto plazo no son nada alentadoras cortando de raíz sus hábitos de vida normales puesto que son seres humanos que tienen familia, salen, se toman sus tapas, cervezas, etc. como el resto de personas.

También hoy cobran vital importancia las Asociaciones de Periodistas donde cabe destacar la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España) así como todas y cada una de las Asociaciones de Periodistas que se engloban dentro de esta Asociación, las cuales llevan denunciando junto a otras Asociaciones los graves problemas por los que está atravesando el sector y es que ya este año son muchos los profesionales de este sector que han perdido su empleo y parece que el siguiente año no va a ser precisamente mejor en este sentido y por eso, me parece acertado el lema para el próximo día 6 de diciembre con motivo del Día de la Constitución Española: «Sin Periodismo no hay Democracia» y es que ahora ambas cosas están en peligro gracias al nefasto Gobierno que tenemos junto con los organismos internacionales que están secundando el desmantelamiento del Estado de Derechos y Libertades que es España y el conjunto de Europa.

Se dice que el Periodismo es una vocación, en verdad yo pienso que es así pero esta vocación no es tal en algunas personas que ahora aparecen por ejemplo por televisión haciendo de «periodistas» cuando en realidad ni son porque no lo han estudiado ni tampoco se esfuerzan en serlo dado que no saben lo que es guardar el código ético así como el rigor profesional que manda esta profesión y eso me preocupa profundamente cuando quien escribe, aún sin ser periodista de profesión, sí lo es de vocación y no esconde su deseo de que algún día pudiese llegar a trabajar en la redacción de un periódico o en un estudio de radio aunque fuese como habitual colaborador.

No quiero citar aquí a ningún medio de comunicación en especial pero sí quiero animar a todos aquellos medios que ahora están iniciando su andadura, a la gente joven emprendedora que está iniciándose en este mundo para que sigan adelante pues como caminantes que somos en esta vida, debemos dejar huella cada día y no es lo mismo dejarla con buenos argumentos (en este caso periodísticos) que con algunos burdos, torpes y zafios que proliferan ahora tanto en los medios pues considero que hay que dejar paso a los periodistas de verdad y de corazón para que el Periodismo recobre aún más prestigio en la sociedad y no se vea a esta profesión como un problema sino como parte fundamental de la misma, como un motor imprescindible de cambio para las generaciones presentes y venideras donde prime la libertad, la igualdad, el respeto y la democracia como los valores que rijan esta profesión siempre aunque en muchas partes del mundo eso no se dé actualmente (mi recuerdo a todas las personas asesinadas o perseguidas por ejercer dignamente esta profesión en conflictos bélicos como Julio Anguita Parrado o José Couso, cuyo caso aún está sin resolver).

Me despido no sin antes citar al primer periodista que se recuerda en España, Don Mariano José de Larra que nos dejó esta frase: «Siempre ha gemido la prensa; pero hoy que le das, Talidio, a imprimir tus obras todas, gime al menos con motivo».

Pues eso, que la prensa deje de gemir y sonría con motivos de libertad y llegue a toda la gente que quiera disfrutar de ella: es nuestro derecho».

Diego Ruiz Ruiz es maestro en la Educación pública.

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