jueves, 19 de septiembre de 2024
20/11/2011junio 14th, 2017

No fue «Por Poco», sino «Por Paliza». En cualquier caso, fue PP. Partido Popular. Han llegado a lo más alto y apenas les queda vencer en dos ayuntamientos importantes de Castilla-La Mancha y una diputación. Han sembrado el «pánico» entre los socialistas allí por donde han pisado. Cospedal tiene la culpa. Primero arrolló a Barreda en mayo y ahora, en estas elecciones generales, les ha puesto a los pies de los caballos. El cielo, muy azul, les espera.

Motivos tienen para estar contentos en el PP de Castilla-La Mancha una vez conocidos los resultados electorales. Porque a la fiesta del pasado 22 de mayo se suman ahora unos resultados que, prácticamente, les hace tocar el cielo azul con las manos. Doblar en número de escaños al PSOE no había ocurrido en la historia electoral en unas elecciones generales en Castilla-La Mancha.


Hasta que llegó María Dolores de Cospedal.

Ella arrebató el poder autonómico que había ido acumulando José Bono durante cinco legislaturas y que dilapidaría año tras año, así hasta siete, José María Barreda. Un Barreda que, curiosamente, tiene como «premio» por su abultada derrota ser elegido diputado nacional por Ciudad Real. Pero eso es otra historia que habrá que analizar con más profundidad.

ANTONIO ROMÁN, UNO DE LOS MÁXIMOS EXPONENTES DE LOS PEPEROS

Los 14 diputados del PP que representarán a Castilla-La Mancha en el nuevo Parlamento nacional les hace ser los amos y señores de las cinco provincias. Y habrá premio para quienes más auparon a Cospedal a ocupar el trono de su tierra. Hablamos, por encima de todos los demás, de Antonio Román, el alcalde de Guadalajara que se echó sobre los hombros el Corredor del Henares y dejó con la boca abierta (aún no han podido cerrarla) a sus contrincantes de los comicios de mayo pasados. Él será uno de los máximos exponentes peperos en Madrid.

ROSA ROMERO DEJÓ A LOS RIVALES CON LA LENGUA POR FUERA

Junto a su inseparable compañera de escaño en las Cortes regionales (ambos tendrán que dejarlo para subir un escalón) y también alcaldesa, pero en su caso de Ciudad Real, quizás la tierra más hostil para los «populares». Nos referimos a Rosa Romero. Bien, pues ella solita, quitándose moscones de un lado y otro de la chaqueta, arrasó en las municipales y se convirtió en la auténtica diana, un día sí y otro también, de sus contrincantes. No solo pasó por encima de todas las vallas que la pusieron, como bien dijo Agustín Conde en una entrevista en encastillalamancha.es y en ECOS, sino que además llegó primera a la meta y con sus rivales muy detrás y con la lengua por fuera.

TIZÓN CONSIGUIÓ LO QUE NADIE SE ESPERABA EN TOLEDO

No faltará uno de los que repite en el hemiciclo que aún guarda alguna bala del ex guardia civil Antonio Tejero. Nos referimos al toledano Arturo García-Tizón. También tiene mérito lo suyo, porque ha conseguido en Toledo lo que nadie hasta ahora había logrado: una diferencia abismal de votos con el PSOE que ha provocado que doblen los escaños (4-2). Prácticamente irrepetible. Si ya hace cuatro años venció de forma holgada a su amigo Bono, en esta ocasión ha dejado tiritando al mismísimo Alejandro Alonso.

Junto a él irá uno de los que, seguro, habrá que seguir con atención durante los próximos cuatro años: Agustín Conde, quizás una de las mejores oratorias que ha dado el PP de Castilla-La Mancha y, seguro, en España. Listo, culto, político puro y duro, tendrá que cuidar sus excesos verbales (que él mismo reconocía en la misma entrevista a la que antes hacíamos mención) y demostrar que ha merecido la pena esperar cuatro años, cuando le quitaron a última hora de la lista al Congreso para meterle en la del Senado, para ser uno de los «padres» de la patria. Más de un telediario de gloria nos dará. Al tiempo.

Si el 22 de mayo tocaron el cielo azul con una mano ahora lo han hecho con las dos. Han ganado prácticamente todo lo que podían ganar. Salvo honrosas excepciones socialistas.

Es el momento PP. Y no Por Poco, sino Por Paliza.

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