CCOO de Castilla-La Mancha y la Fundación Instituto de Estudios Sociales de este sindicato han decidido otorgar el Premio Abogados de Atocha de este año a la solidaridad del mundo del trabajo durante la pandemia.
“Trabajadores de la industria alimentaria, de tendidos eléctricos, de servicios públicos que hacían horas para ayudar a ciudadanos que llamaban para ver cómo iba el ERTE o la pensión, aunque fuera desde casa; cocineras de centros escolares que decían yo sigo dando de comer porque hay ocho niños que si no comen aquí no comen; profesores que sabían que había niños que no tenían ordenador y hacían la docencia por teléfono o hasta por correo postal; o los creativos espontáneos, la cultura y el espectáculo; los libreros, tractoristas y trabajadores del campo y los temporeros…”, explicó a ENCLM Antonio Arrogante, presidente de la Fundación de Estudios Sociales y alma mater de los premios.
Tanto y tantos ejemplos que hicieron más llevadero el horror y que literalmente contribuyeron a salvar la vida a gente enferma, sola o aislada. Tenían muy claro que, pese a todo, las circunstancias de la pandemia no eran excusa para no organizar los premios: “No podíamos faltar a la cita”, afirma Antonio Arrogante. Este año será virtual y con la presencia de Rozalén entre los participantes y el secretario general confederal, Unai Sordo. Se celebrarará a partir de las 18 horas y se puede seguir desde este enlace de Youtube.
Valores del Premio Abogados de Atocha
Se trata de la octava edición del Premio Abogados de Atocha desde que la organizan CCOO y la Fundación de Estudios Sociales. Tiene lugar tras 12 meses de pandemia y en el año en el que se cumplen 44 del asesinato de los abogados, en cuya manifestación de condena se unieron todos los sectores y colectivos que defendían la libertad en España, más allá de las diferentes opciones partidarias e ideológicas
La entrega de 2021 se produce en “unas circunstancias extraordinarias” que impiden su celebración por las medidas de contención del coronavirus, aunque en los galardonados con el premio -el mundo del trabajo por su actitud solidaria frente a la covid-19- concurren también los criterios de lucha por las libertades y los derechos humanos por las que se concede este galardón.
Héroes anónimos e invisibles
“Ha habido un movimiento por parte de gente anónima que había que decirlo. No buscábamos comportamientos heroicos, si no los invisibles que preguntaban por la vecina del tercero que hace tres días que no la ven o el cartero que echa de menos a alguien o el de protección civil que avisa que en una finca no se sabe si hay gente… Y empieza a salir un tejido espontáneo y abrumador que dijimos esto hay que premiarlo”, contó a ENCLM Arrogante.
Pues dicho y hecho: “Vamos a premiar esa solidaridad espontánea que va más allá del trabajo. ¡Salieron cosas increíbles!”, afirma. Y “la guinda fue con el tema de la nieve (por la borrasca Filomena), que fue otro aluvión de actitudes solidarias. Todos tenían una referencia, que salían del mundo del trabajo, salían de los trabajadores y trabajadoras”.