Con motivo de los 100 días de Gobierno de Mariano Rajoy, y coincidiendo con la presentación de los Presupuestos Generales del Estado, la diputada nacional Carmen Quintanilla ha hecho balance de una gestión «que ha apostado en todo momento por el futuro de España, por la recuperación económica y por la creación de empleo». Con la puesta en marcha de unas medidas «valientes y austeras», que ya están dando sus primeros frutos, el PP ha querido mandar «un mensaje de «Gobierno serio» que ya está calando en Europa. Y esa seriedad se ha puesto de manifiesto, según Quintanilla, en la elaboración de unos presupuestos «austeros, creíbles en Europa y fiables ante el inversor» con los que «estamos dando credibilidad a nuestros compromisos».
Quintanilla ha recordado que en 2011, el gobierno socialista -con su política de «despilfarro» y con una Administración sobredimensionada- gastó 90.000 millones de euros por encima de sus ingresos y aumentó 2,5 puntos el déficit comprometido con Europa. Para salir de esta situación, el Gobierno del PP ha tenido que reducir en 27.300 millones de euros el gasto público, pero manteniendo los derechos y los servicios básicos de los ciudadanos. En este sentido, la diputada nacional ha anunciado que el Gobierno recortará un 17 por ciento de media los presupuestos de cada ministerio y ahorrará así 17.800 millones de euros.
Carmen Quintanilla ha insistido en que «el Gobierno tiene claro que hay que recortar, pero manteniendo la actualización de las pensiones, la prestación por desempleo, la financiación del gasto y la financiación de las partidas destinadas a políticas sociales y de seguridad», además, ha destacado que, luchando contra el fraude fiscal, el Gobierno va a conseguir una entrada de casi 12.000 millones de euros.
Entre las reformas iniciadas por el Gobierno, Quintanilla ha destacado los ajustes presupuestarios y fiscales, la reforma financiera, las medidas contra los desahucios y la reforma laboral, una reforma que en seis semanas ya ha dado sus primeros frutos con un total de 9.788 contratos nuevos, el 54 por ciento de ellos de jóvenes.
Ante las numerosas reformas iniciadas por el Gobierno, nos encontramos a un Partido Socialista «radicalizado» que llama a la huelga general desde la «irresponsabilidad» olvidándose de que en 2010, cuando se destruía empleo en España y se convocó una huelga general, el PP, haciendo un ejercicio de responsabilidad, no apoyó a los sindicatos.
Todas las reformas llevadas a cabo por un Gobierno «acosado» por la oposición y los sindicatos, seguirán apostando por la recuperación económica y la creación de empleo. La diputada nacional ha reconocido que «lo que estamos haciendo no es fácil, pero si no lo hiciéramos, salir de la situación tan grave en la que nos encontramos sería imposible».