Rosa María García ha tomado posesión este viernes como delegada de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Guadalajara, un cargo que desempeñará bajo las premisas del camino de la «cercanía», la «escucha activa» a alcaldes y alcaldesas, a la ciudadanía y a los distintos colectivos, el «juego limpio» y el cumplimiento de los compromisos adquiridos, «sin mentiras ni promesas que no se puedan cumplir».
García ha prometido su cargo ante un recinto lleno y en un acto en el que ha estado acompañada, entre otros, del vicepresidente segundo del Gobierno regional, José Manuel Caballero; el presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido, y su predecesor en esta responsabilidad, José Luis Escudero, quien a partir de ahora ostentará una nueva responsabilidad como comisionado de Accesibilidad.
En un discurso cercano, ameno y profundo a la vez, la nueva delegada también se ha comprometido con el «juego limpio» y en hacer de la política «algo útil para progresar» y, sin duda, García lleva en su ADN la cultura y bajo esta premisa ha mostrado también su intención de seguir luchando para que la misma llegue a todos los pueblos, «tengan 50 o 13.000 habitantes» –ha dicho–.
«La cultura nos hace libres, y contra los oscuros, hoy más que nunca, un libro es un arma cargada de futuro», ha subrayado la que hasta hace apenas dos días fuera diputada provincial de este área en la Diputación alcarreña.
Agradecimientos
En su intervención, García ha querido también hacer referencia a ‘dos Joses’ que han marcado parte de su camino: José Salinas, alcalde de Cabanillas, donde es concejala, y a José Luis Vega, presidente de la Diputación.
Para ella, ambos son referentes que tienen claras sus prioridades, que conocen bien sus pueblos, tienen una disponibilidad plena para con la ciudadanía y también el convencimiento de que hay que explicar las cosas tal y como son, sin mentiras ni promesas que no se puedan asumir.
«No hay otra manera de actuar que lleve el barco a buen puerto», ha manifestado una mujer que al venir de la política local, la más próxima a las personas, y que, por tanto, ha asegurado conocer lo importante que son para ellas los problemas del día a día.
Asume con honor
La nueva delegada ha iniciado su discurso agradeciendo al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, la confianza puesta en ella para que sea partícipe de un «proyecto tan ilusionante».
«Es un honor ser la correa de transmisión entre el Gobierno regional y la provincia de Guadalajara y velar por esta tierra», ha declarado, todo ello, con la «profunda convicción» de que con su trabajo podrá ser útil para los pueblos de la provincia y que por eso está hoy aquí.
Las alusiones a la igualdad también han copado parte de su exposición. «Esta tierra es pionera en materia de igualdad y con esta elección se evidencia que no son palabras huecas», ha subrayado, poniéndose también al frente de su equipo de delegados y delegadas y deseando el mayor número de éxitos a su predecesor, José Luis Escudero, en esta nueva etapa.
«Estoy donde estoy porque siento que tengo la responsabilidad de recoger los derechos que la generación de mi madre tuvo que pelear para preservarlos y darlos, incluso mejorados, a la generación de mis hijos».
Conoce la tierra que pisa, las dificultades de cada una de las comarcas y ha recordado también a los agricultores y ganaderos y a las pymes.
Presencia regional
Un acto en el que también ha intervenido el vicepresidente segundo del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero, quien ha reiterado el compromiso del Ejecutivo de cumplir los proyectos prometidos con esta provincia.
En referencia expresa a la nueva delegada, ha dicho que vienes de una magnífica escuela y que tiene cualidades y virtudes para este nuevo cometido, entre ellas, y como la más importante, la de ser buena persona.
«Tú, sin duda, eres una buena persona y el mundo necesita en política buenas personas», ha concluido.
El encargado de cerrar el acto ha sido el presidente de las Cortes, Pablo Bellido, quien se ha referido a la nueva delegada como «una magnifica comunicadora, solvente, tranquila, con una enorme inclinación por el mundo cultura y también con una mirada feminista».