El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz decidirá mañana si envía o no a la cárcel a los dos presuntos terroristas de Al Qaeda de origen checheno arrestados en Almuradiel (Ciudad Real) y a los que tomó declaración el viernes junto al tercer detenido, un ciudadano turco para el que decretó prisión. Ruz prorrogó el arresto de los dos rusos de origen checheno, identificados como Muhammad Adamov y Ahmad Avar, a la espera del resultado de nuevas diligencias de investigación, como el análisis de las muestras de explosivo halladas en un zulo localizado en el chalé de la mujer del turco encarcelado, Cengiz Yalcin, que fue detenido en La Línea de la Concepción (Cádiz).
Pese a que el escondite estaba vacío, los guías caninos de la Policía hallaron restos de explosivo que se están analizando, aunque durante el interrogatorio, Yalcin, explicó que ese zulo era un armario para las especias que ya estaba construido cuando se compró la casa y que, de confirmarse la presencia de esos restos, «cualquiera» pudo ponerlos porque no estuvo presente en el registro.
Según avanzó el ministro del Interior con motivo de las detenciones, el material explosivo incautado era suficiente para «destrozar un autobús», y reveló que los tres supuestos terroristas podrían estar planeando un atentado en España o en otros países de Europa.
Durante su declaración el viernes ante el juez, Adamov y Ahmad Avar -arrestados en Almuradiel en una parada del autobús que cubre la ruta entre Cádiz e Irún- negaron los hechos de los que se les acusa, aunque reconocieron que entrenaron en Afganistán antes de venir a España, según fuentes de la investigación.
También relataron que habían viajado hace unos meses desde Rusia por diversos medios de transporte hasta España porque alguien les comentó que aquí podían conseguir el estatus de refugiado político.
Sobre este asunto, fuentes de la investigación señalaron que uno de los dos chechenos alegó que ya había reclamado asilo en Francia, pero que también lo quería intentar en España, país en el que ya lo había solicitado su compañero, extremo que desmienten desde el Ministerio del Interior, del que depende la Oficina de Asilo.
A su vez, el departamento francés de Interior ha comunicado a España que no consta ninguna petición de asilo coincidente con esas identidades, según las fuentes consultadas.