El activista de la banda terrorista ETA Miguel Ángel Ascasíbar Garitano ha salido hoy de la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) tras haber cumplido 25 años de prisión.
Ascasíbar, que ha salido del penal manchego a las 9:45 horas, ha sido recibido con gran alegría por una treintena de personas, entre familiares y amigos, que se han desplazado en un autobús y dos coches privados para recibirle a su salida.
Nada más salir de la prisión, Ascasíbar se ha hecho una foto con el grupo que portaba pancartas pidiendo la reagrupación de los presos en el País Vasco y que tenían preparadas unas botellas de champán para festejar su puesta en libertad.
Activista liberado del comando Gohierri Urola Costa, Ascasíbar resultó herido en un enfrentamiento con los GEO en febrero de 1991 e implicó a sus compañeros Antonio Cabello y María Josefa Uzkudun en varias acciones terroristas en las que todos ellos habían participado, según consta en su declaración judicial.
Ascasíbar declaró ante el juez Baltasar Garzón, encargado del caso, que los tres miembros del grupo habían participado en los lanzamientos de granadas contra los cuarteles de la Guardia Civil de Zarautz y Deba (Guipúzcoa), que no causaron víctimas mortales aunque sí importantes daños materiales.
El etarra admitió también haber colocado con sus compañeros un coche bomba que contenía 50 kilos de arriosal y otros 50 de metralla en la autopista Bilbao-Behobla a la altura de Arrona, que fue desactivado.
También reconoció que el comando disponía de 26 kilos de explosivos y un arsenal de armas, así como que disparó contra el GEO que le detuvo, al que alcanzó en un brazo, mientras que otro tiro le impactó en el chaleco antibalas que portaba el policía.
La declaración de Ascasíbar se produjo en el hospital de San Sebastián, donde se recuperaba de lesiones en la cabeza y un balazo en el hombro derecho, sufridas en el momento de su detención.